César Luis Menotti, coordinador de los seleccionados argentinos de fútbol y campeón del mundo en 1978, criticó duramente a la dirigencia de Barcelona por despedir al entrenador Ernesto Valverde luego de la eliminación en la Supercopa de España.
"No me gusta que los entrenadores se vayan con la puerta entreabierta. Me molesta que no se respeten los contratos. No sabemos aún si echaron a Ernesto Valverde o su salida fue consensuada", comenzó escribiendo Menotti en su habitual columna en el diario "Sport".
"Hay muchas cosas por definir aún y que la directiva del Barcelona deberá aclarar. Y como entrenador me molesta esta situación. Sería bueno que las autoridades expliquen por qué cesan al entrenador en este tramo de la temporada", apuntó el "Flaco" contra la dirigencia encabezada por Josep Maria Bartomeu.
Sin embargo, Menotti reconoció que el equipo "no estaba jugando bien" y que Valverde hasta el momento "no encontraba la forma de mejorarlo".
Por otro lado, el ex DT de Barcelona en la temporada 1983-1984 respaldó la decisión de no traer a Xavi: "En este sentido hubiese sido un error que Xavi se hubiese hecho cargo del equipo ahora cuando recién comienza su carrera como entrenador y está en un proceso de formación. Más temprano o más tarde su oportunidad de dirigir al Barcelona la tendrá".
Finalmente, más allá de las formas del despido de Valverde, Menotti respaldó la llegada de Quique Setién al banco de Barcelona, porque le toca como consecuencia de un "camino hecho".
La columna completa de César Luis Menotti
La poco cuidada salida de Valverde y la llegada de Setién
No me gusta que los entrenadores se vayan con la puerta entreabierta. Me molesta que no se respeten los contratos. No sabemos aún si echaron a Ernesto Valverde o su salida fue consensuada. Hay muchas cosas por definir aún y que la directiva del Barcelona deberá aclarar. Y como entrenador me molesta esta situación. Sería bueno que las autoridades expliquen por qué cesan al entrenador en este tramo de la temporada.
No esperaba que un club como el Barcelona tomara una decisión tan drástica por el resultado de un partido, por la derrota frente al Atlético en Supercopa; un partido que el equipo jugó muy bien más allá de no conseguir el resultado. Seguramente desconoceré los factores internos, pero no se entiende por qué despiden al entrenador con el equipo puntero en Liga y clasificado a octavos en Champions. Si el Barcelona estuviera a diez puntos del Madrid y eliminado de la Champions podría entender una decisión de este tipo, si las relaciones en el vestuario estuvieran rotas, cosa que no parecía a priori entre los jugadores y el entrenador… pero un cambio tan drástico de timón en este tramo de la temporada por el resultado de un partido que el equipo mereció ganar me resulta incomprensible. Me gustaría conocer como hincha del Barcelona las razones profundas de esta determinación que se asemeja más a los descuidos que se cometen en el fútbol sudamericano que a la organización de un club de élite como el culé.
Que el Barcelona no estaba jugando bien es verdad y también que Valverde no encontraba aún el equipo, lo he escrito en estas columnas en varias oportunidades sin ánimo de ofender al entrenador ni a la directiva. Pero es incomprensible este cambio abrupto y el sismo que ha provocado en el club y en la afición el casting de entrenadores, los rumores, el cotilleo que no es solo de la prensa. El contrato más importante en el fútbol y en la vida es el respeto, y esto lo voy a defender siempre. Me suena hasta irrespetuoso todo lo que ha vivido el exentrenador del Barcelona en los últimos días.
Voy a poner un ejemplo que sucedió en el Barcelona. Un día Núñez me llamó diciéndome que quería echar a Johan Cruyff y preguntándome si yo estaba dispuesto a volver a dirigir al equipo. Inmediatamente le dije: "No lo haga, es un error. Un disparate. Va a ganar el próximo partido contra el Real Madrid". El Flaco no había conseguido una regularidad de resultados. Yo para darle mi respaldo y mostrando mi convencimiento viajé incluso a Valencia a ver el partido. Y después ganó todo. No digo que la situación sea la misma, lo que quiero graficar es que no se puede tirar por la borda un proyecto deportivo por el resultado de un partido porque además la solución que de antemano parece fácil, no lo es. El entrenador que asuma tiene seis meses por más que le hagan un contrato de tres años para demostrar que está capacitado para dirigir el Barcelona, ganando títulos pero sobre todo sosteniendo la idea de juego. Cambiar ahora un entrenador tampoco es fácil.
En este sentido hubiese sido un error que Xavi se hubiese hecho cargo del equipo ahora cuando recién comienza su carrera como entrenador y está en un proceso de formación. Más temprano o más tarde su oportunidad de dirigir al Barcelona la tendrá. En cambió Quique Setién es un entrenador con un recorrido hecho ya, a quien esta oportunidad le llega como resultado de una trayectoria. No digo que esté mejor preparado que Valverde, pero es un camino deseado. Todos los que pasamos por esa casa sabemos lo que representa. Lo dirigí como jugador y ya entonces tenía un compromiso con el buen juego que ha sido también el sello de sus equipos. Le deseo lo mejor en esta nueva etapa de su carrera en la que está ante la gran oportunidad de dirigir al equipo blaugrana, un sueño para cualquier entrenador. El momento en que se produce su llegada es incómodo, pero el Barcelona está primero en la Liga, tiene a Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, se le exigirán títulos y aún está en condiciones de pelear todo con los grandísimos jugadores que tiene. Pero hay que hacer una análisis profundo de por qué se toman decisiones tan drásticas.