El 6 de noviembre de 2014, una explosión en un depósito de productos químicos causó la muerte de una persona y dejó a otras 66 heridas, entre cientos de daños materiales.
Tres viviendas quedaron destruidas en su totalidad y la Municipalidad se comprometió a reconstruirlas. Las mismas se empezaron a levantar, pero dos años después siguen sin terminarse. Desde el ejecutivo le echaron la culpa a la “burocracia interna”, aunque prometieron que antes de fin de año estarán terminadas.
Walter Ferreyra, subsecretario de Desarrollo Social, explicó que las tres viviendas que se levantan tienen un avance del 60 por ciento y la construcción se frenó en las últimas semanas por problemas administrativos. Ferreyra aseguró que quieren hacer más ágil este proceso, por lo que están preparando otro sistema de financiamiento para acelerar los plazos.