Eugenia la “China” Suárez se encuentra en Estados Unidos por un compromiso laboral y tomó la decisión de viajar con sus hijos Magnolia de tres años y Amancio, de nueve meses, mientras que Rufina, su hija junto a Nicolás Cabré, se quedó con su papá.
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La actriz tenía que viajar hace unas semanas a Estados Unidos por trabajo, pero tras ser diagnosticada con COVID-19 tuvo que cancelar sus compromisos y aislarse en su casa hasta que finalmente le dieron el alta. Si bien tuvo algunos síntomas como dolor de cabeza o decaimiento, enseguida se pudo recuperar.
La China tuvo que pasar sin Benjamín Vicuña su cumpleaños, su cuadro de coronavirus y la muerte de su amiga, Sofía Sarkany, la hija del empresario, quien luchaba contra el cáncer. ¿El motivo? Benjamín estaba cumpliendo compromisos laborales en Chile, y recién llegó a Buenos Aires hace unos días, cuando ella ya había viajado a Miami.
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En su estadía por el país del norte, compartió en sus redes varias postales. “Parada técnica para fondearse una teta y seguir”, escribió en una historia donde se la ve con Amancio, otra del bebé jugando en la playa y una más de Magnolia corriendo por los pasillos.
También subió una foto del mar y se la dedicó a su amiga Sarkany: “Popi, un mes. Pareciera que paso muy rápido... pareciera a la vez que fue una eternidad. Cada instante te extrañamos más, tu sonrisa única, tu alegría de vivir y tu amor eterno por tu familia y amigos”.
Y ahora, aún disfrutando de unas merecidas vacaciones, la China subió un par de fotos muy tiernas donde se la ve, por la mañana, antes de levantarse, aún en la cama. Y los rayos del sol se inclinan sobre sus ojos.
En la siguiente imagen, la misma pose... pero a su lado y con ojos de dormida se ve a Magnolia, acurrucada junto a ella. Las fotos fueron muy elogiadas y en poco tiempo cosecharon miles de comentarios y más de 180 mil “likes” de todos sus seguidores. Las imágenes llevan un pequeño texto: “Buen día” y una flor, aludiendo a su hija.
Amor a la distancia
Vicuña por su parte, también subió a su cuenta varias reflexiones sobre el trabajo del actor, la situación de los artistas en general por la pandemia y su estado de ánimo en soledad, mientras aguarda la llegada de toda su familia: “Qué difícil para la ciencia y para nosotros entender que el aire puede ser nuestro enemigo, un beso un kamikaze y la distancia con nuestros seres queridos, un salvavidas”, es parte de su pensamiento que compartió con todos sus seguidores, junto a una foto donde el actor está sentado en la butaca de una sala vacía.
Y aclaró su situación en particular: “Como actor, cumplo con mi responsabilidad de terminar una serie nocturna en Chile desde el 6 de marzo, alejado de mi familia radicada en Buenos Aires, con fronteras cerradas que solo aceleran la ansiedad y con mis teatros sin poder abrir sus puertas hace ya más de un año”.
Es que se le está haciendo difícil sostener el complejo cultural “Mori”, que lleva adelante en Santiago de Chile con sus socios Gonzalo Manguera Valenzuela y Cristóbal Vial: “Los trabajadores de la cultura hoy son invisibles, como sus familias y necesidades. Cuánto dolor e incertidumbre caminar por las sombras de lo no esencial. Este texto seguramente no es esencial ni relevante, pero sí un grito desde lo más profundo de un hombre que improvisa y extraña en tiempos violentos”, finalizó.