Khea, que hace poco volvió a hacerse sus reconocidas trenzas después de dos años, es uno de los artistas que sentó las bases para crear lo que hoy ya es una industria del trap en Argentina. Con temas icónicos como “Loca”, “Ayer Me Llamó Mi Ex” y “She Don´t Give A Fo”, la voz del artista de San Fernando se convirtió en emblema para un movimiento emergente en el país. Gracias a su labor, cientos de jóvenes se inspiraron a dedicarse a la música.
Junto a otros grandes nombres como Duki, Ysy A, Cazzu y Neo Pistea, entre muchos otros, Khea colaboró en el desarrollo de un trap con identidad nacional. Cuando publicó algunos de sus mayores éxitos, el rapero tenía tan solo 18 años y no llevaba demasiado tiempo sumergido en la escena local.
Según declaró en varias entrevistas, el tiempo que pasó como freestyler fue más bien breve. Sin embargo, significó para él la puerta de entrada a un movimiento en el que podía explotar al cien por ciento sus dotes artísticos.
Durante su infancia, Ivo Alfredo Thomas Serue estuvo rodeado de arte. Su madre pintaba y le heredó la admiración por David Bowie. Su padre había sido guitarrista de una banda de rock. Este contexto llevó al joven a desarrollar su faceta musical desde muy pequeño.
El día que asistió a su primera competencia, lo hizo de la mano de Midel y Arse. Con quienes un tiempo más tarde publicaría “B.U.H.O”, sumando a más artistas. Un tema que se convirtió en un antes y un después para el género.
Mientras se acercaban al evento, Ivo estaba pensando en anotarse con su nombre real. Fue en ese momento que sus colegas le dijeron que pensara en un nombre artístico. Sin titubear demasiado, leyó que en una patente de un auto estacionado decía “KEA”. Ese fue el origen de su A.K.A.
Khea volvió a ver el auto que le dio origen a su nombre
En un video que se hizo viral en TikTok se ve como el rapero está manejando por el autopista cuando de pronto visualiza algo que le llama la atención. “Es este amigo, es este”, dice el cantante con sorpresa.
Acto seguido, pasa a describir particularidades del auto, demostrando lo seguro que estaba de que ese vehículo era el responsable de su nombre artístico: “¿Te acordás que decía USS 110? Era este amigo”.