Arqueólogos de la Dirección de Patrimonio Cultural del Ente Cultural de Tucumán, se trasladaron al Dique Celestino Gelsi de El Cadillal, a fin de verificar la denuncia realizada por dos pescadores, quienes el lunes 20 por la noche encontraron lo que parecía ser una vasija indígena prehispánica.
El objeto se hizo visible debido a la bajante del nivel del agua del dique. Los pescadores comenzaron a cavar y observaron que era de grandes dimensiones y que se trataba de un importante hallazgo; es por eso que dieron aviso a personal del Ente Autárquico Tucumán Turismo, quienes inmediatamente se comunicaron con los arqueólogos del Ente Cultural, Eugenia Di Lullo y Osvaldo Díaz.
Los arqueólogos se dirigieron al lugar y pudieron constatar que se trataba de un patrimonio en riesgo de pérdida, por lo que se decidió hacer una excavación urgente a fin de evitar mayores pérdidas. La vasija ya tenía numerosos faltantes y mostraba signos de haber sido excavada con la intención de sacarla completamente por lo que el riesgo era mayor.
Al avanzar en las excavaciones comenzó a divisarse parte del cuerpo de otra vasija de mayor tamaño que estaba por debajo de la que fuera denunciada, ambas en posición vertical. Ésta también tenía fracturada buena parte de la boca y se observaba que era de un ancho mayor, rellena de tierra muy húmeda dada la cercanía del espejo de agua (1m). Las tareas de excavación fueron muy complejas debido a las condiciones climáticas (frío y lluvia), sumados al sedimento saturado de agua y piedras.
Finalmente, se pudo determinar que se trataba de una urna funeraria de 70 cm de diámetro por 1 metro aproximado de alto. Por encima había una vasija de menor tamaño muy fragmentada por lo que no se puede establecer aún sus dimensiones. En el interior de la urna mayor se recuperaron otras dos pequeñas vasijas (un cuenco y una jarra cerámicos) junto con restos óseos humanos que corresponderían a un adulto y un niño/adolescente. Las vasijas pertenecerían a la Cultura Candelaria y estarían ubicadas entre el 1000 AC y el 1000 DC, por lo que este entierro podría tener entre 3000 y 1000 años de antigüedad. Por la complejidad de la exhumación, se solicitó la cooperación del Área de Patrimonio del Instituto de Arqueología y Museo (UNT).
En su representación, el arqueólogo Guillermo Ortiz se sumó a los trabajos de excavación y rescate. El patrimonio rescatado será estudiado y resguardado en las dependencias del Ente Cultural de Tucumán y del IAM. Es necesario destacar la buena actitud de quienes denunciaron el hallazgo inmediatamente ocurrido, lo cual redundó en una acción rápida de los organismos involucrados.
Desde las instituciones solicitaron a la comunidad imitar esta acción ante un hallazgo arqueológico o paleontológico, dando conocimiento rápidamente a la Dirección de Patrimonio Cultural del Ente Cultural, acercándose a su oficina ubicada en San Martín 251, 1º piso; contactándose al número 4307678 (int. 242/260), o al correo direccionpatrimonio@gmail.com.