Los esfuerzos de la familia y sobre todo de la Policía de Tucumán para dar con el paradero de Adán Chipolari, el taxista que desapareció misteriosamente el 17 de mayo, por ahora son infructuosos pese a que nunca se abandó los rastrillajes e incluso el fiscal Diego López Ávila consiguió el aporte de la Nación con canes y drones que sobrevolaron distintas zonas.
Dos personas alertaron a las autoridades que habían visto al hombre en las inmediaciones de una plantación en Manuel García Fernández, pero que al llamarlo, Chipolari volvió a meterse al interior de los cañaverales. De manera inmediata, se procedió a recorrer la zona, pero nuevamente no se pudo encontrar al hombre.
Con la ilusión latente, pero con una creciente desesperación, la Municipalidad de la Banda del Río Salí, donde reside Chipolari, decidió ofrecer una jugosa recompensa de 100.000 pesos a quién ayude a encontrar al individuo.
Otros de los datos relevantes que surgieron recientemente es que el sujeto tiene problemas psiquiátricos y que cuando deja de tomar unas pastillas que tiene recetadas de por vida, sufre ataques. La familia también reconoció que antes que desaparezca había dejado de tomar una medicación, informó La Gaceta.
También trascendió que esta es la cuarta vez que la Policía busca al taxista en los últimos años. Tres veces habría sufrido delirios místicos y se lanzó a caminar, con el denominador común que se sacaba las medias, los calzados y después comenzaba con las caminatas, al igual que ocurrió en esta oportunidad.