En el marco del Operativo De Sol a Sol 2020/2021 personal policial de Reta procedió a desactivar dos fiestas clandestinas que se llevaban a cabo esta madrugada entre las zonas de médanos de la Localidad Balnearia de Reta secuestrando equipos de música, amplificadores, generadores eléctricos y hasta una mascara de Ricardo Fort.
Cerca de las 2:30 de la mañana , en calle 33 y los médanos la policía de reta desactivo una “Fiesta Clandestina” con una concurrencia aproximada de 150 jóvenes que para realizar, la misma contaban con un sofisticado equipo musical. en el operativo se secuestraron parlantes, luces, generador eléctrico, notebook, equipo de potencia, auriculares, trípodes, mesa, bebidas alcohólicas y una máscara de Ricardo Fort. Se labró acta por infracción al artículo 205 del Código Penal a las dos personas identificadas como los organizadores con intervención del Juzgado de Faltas Tres Arroyos y Juzgado Federal de Necochea a cargo del Dr. Bibel Bernardo Daniel.
Posteriormente alrededor de las 4:30 de la madrugada Personal policial desactiva “fiesta clandestina” en zona médanos entre Av. Stella y calle 50 constatando que en la reunión se encontraban aproximadamente 50 personas. Se procediendo al secuestro de parlantes y bebidas alcohólicas, labrándose acta de infracción según resolución 1332/2020 y INF. ART. 205 CP. al organizador. Intervención Juzgado de Faltas Tres Arroyos y Juzgado Federal de Necochea a cargo del Dr. Bibel Bernardo Daniel.
La mascara de Ricardo Fort
¿Sera Ricardo Fort por imposición popular, el nuevo patrono de las fiestas clandestinas? No cabe duda que “Santa Gilda”, la reina de la cumbia, pertenece a otra generación y que los adolescentes no se sienten muy identificados con su mito popular. Ni hablar del “Gauchito Gil” que requiere de otro tipo de espiritualidad bastante más elevada o en su defecto su figura estaría más acorde en una fiesta folclórica donde los participantes bailen zambas y chacareras.
Habría que preguntarle a los organizadores, tan irresponsables como creativos, el por qué de la máscara del “Comandante” Fort instalada sobre las consola de música, cual si fuera un altar. Preguntarles, aunque sea por curiosidad. No deja de ser un toque humorístico y pintoresco entre la irresponsabilidad de lo sucedido.
Quizás la alocada vida de Ricardo Fort, eso de hacer y dejar de hacer lo que él quería sin importarle las reglas ni las leyes, quizás su personalidad caprichosa, glamorosa y fiestera haya sido el motivo para “invocar su protección”.
Claro que, todo santo necesita de sus milagros, y quien te dice, si esta fiesta se desarrollaba en su totalidad, si no era descubierta por la policía y llegaba a su fin como estaba pautado, quien te garantiza que no se hubiese “corrido la bola” de las bendiciones que les propinó “el Comandante” a los organizadores, y por creencia popular comencemos a conocer a Ricardo Fort como “San Ricardo Fort, patrono de las fiestas clandestinas.”