Es sobre el mayor asesino serial de España y cuenta con testimonios de supervivientes: la serie que promete romperla en Netflix

Uno de los estrenos más esperados de junio en la plataforma de streaming.

Es sobre el mayor asesino serial de España y cuenta con testimonios de supervivientes: la serie que promete romperla en Netflix
Alfredo Galán Sotillo

Netflix es sin dudas el sitio para encontrar contenido de calidad. No hay otra forma de explicar los millones de usuarios que tiene alrededor del mundo, quienes aguardan cada mes para disfrutar de la llegada de nuevos títulos a la plataforma.

En esta ocasión se suma una nueva joya al catálogo del gigante de streaming. Se trata de Baraja: la firma del asesino, una docuserie que promete arrasar y volverse una de las preferidas, cuyo estreno será el 9 de junio.

No es noticia que las producciones sobre asesinos seriales son un éxito tanto en esta plataforma como en otras. Alrededor del mundo, millones se deleitan con estas historias que revuelven el estómago, ocasionan escalofríos y muchas pero muchas ganas de maratonear episodios.

¿De qué trata Baraja: la firma del asesino?

Baraja: la firma del asesino es una serie documental sobre Alfredo Galán Sotillo, el “asesino de la baraja”, quien se convirtió en el mayor criminal en serie de España.

A lo largo de solo tres episodios, la nueva producción del gigante de streaming relatará el modus operandi de quien fue condenado a 140 años y tres meses de prisión por seis asesinatos y tres intentos de homicidio.

Baraja: la firma del asesino
Baraja: la firma del asesino

La serie cuenta con la particularidad de tener los testimonios de los supervivientes del “asesino de la baraja”. Sobre ello la productora ejecutiva de la serie, Marga Luis, expresó: “Nos interesaba profundizar en cómo muchas veces la historia que creamos en torno a los asesinos en serie no tiene nada que ver con la realidad. La construcción del monstruo fagocitó toda la atención y dejó en el olvido a todas las víctimas de un caso atroz”.

La productora afirmó: “Baraja: la firma del asesino es un documental muy interesante desde muchos puntos de vista; desde el punto de vista social, el de la investigación y en cómo afecta la presión mediática en un suceso de esta envergadura”.

¿Quién es Alfredo Galán Sotillo y cómo era su modus operandi?

Alfredo Galán Sotillo nació el 5 de abril de 1978 en Puertollano, España. En 1998 entró en el ejército de Tierra, en la rama de la infantería mecanizada, donde llegó a ser cabo y posteriormente a cabo 1° en la División Acorazada Brunete.

Alfredo Galán Sotillo
Alfredo Galán Sotillo

Tras robar un coche, fue enviado al Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid, donde se le diagnosticó neurosis y ansiedad. Producto de ello y su alcoholismo, en el 2003 se le dio de baja del ejército. Ese mismo mes empezó a trabajar como guardia de seguridad en el Aeropuerto de Barajas.

Alfredo Galán Sotillo
Alfredo Galán Sotillo

Su primer asesinato se produjo el 24 de enero de 2003, cuando mató de un disparo en la cabeza a Juan Francisco Ledesma. Todas sus víctimas fueron asesinadas por disparos en la cabeza, la nuca o la espalda y a muy corta distancia, lo que le permitió casi nunca fallar.

¿Por qué se lo conoce como el “asesino de la baraja”?

El 5 de febrero, Alfredo Galán Sotillo cometió dos crímenes. Uno en una parada de colectivo en un barrio de Madrid, y el otro en un bar de la misma localidad donde llevó a cabo un tiroteo donde murieron dos personas.

Escena del crimen de uno de los asesinatos de Alfredo Galán Sotillo.
Escena del crimen de uno de los asesinatos de Alfredo Galán Sotillo.

El primero de los asesinatos fue el que le valió el apodo del “asesino de la baraja”. Junto al cadáver se halló un naipe de la baraja española, un as de copas. Los medios de comunicación asociaron erróneamente este hallazgo con alguna intencionalidad oculta por parte de Galán Sotillo, y comenzaron a referirse a él como “El asesino del naipe” o “de la baraja”. Estos apodos fueron de agrado para el homicida quien se sintió alentado a buscar más víctimas y dejar su mediática “firma”.