Unas 20 familias se están instalando en un terreno que pertenece a la Municipalidad de Santa Rosa, ubicado al noroeste de la ciudad detrás del Megaestadio, entre las calles Gobernador Duval, Suipacha, Neuquén y Niñas de Ayohuma, al que han llamado "El nuevo salitral", en alusión a un humilde asentamiento que existió años atrás en una zona aledaña a la Laguna Don Tomás.
La difícil situación socioeconómica que atraviesan los llevó a tomar esta decisión y comenzaron a construir, con los materiales que pueden conseguir, precarias viviendas que servirán de refugio familiar, tal como lo refleja una nota publicada este viernes en Diario Textual.
Carina, madre de 5 chicos de entre 14 y un año, estuvo en los reclamos frente al Instituto Provincial Autárquico de Vivienda (Ipav) para conseguir que le dieran una de las casas sociales que se entregaron hace unos meses. "Yo alquilo en el barrio Matadero pero no podemos seguir así. No nos dieron solución a nuestros reclamos y por eso tomamos estos terrenos que figuran como de la municipalidad", expresó.
Kevin, de 23 años, se está instalando sobre la calle Neuquén y dice que limpia patios y tiene un nene de 4 años. "Los terrenos están caros y no están dando casas. No me queda otra", cuenta.
Jeremías, de 19 años, colocó alambres y palos para delimitar un terreno contiguo al de Kevin: "Vivo de changas y la verdad que así no voy a poder nunca comprar un terreno. Viene un bebé en camino y necesito una casa propia", relata.
Carina y Pedro han construido un rancho de palos y nylon hace un par de semanas y ellos, como los demás, necesitan ayuda, frazadas, una cocina, un caloventor, elementos que les permitan atravesar el crudo invierno y la dura situación familiar.