Durante este martes el Obispado de San Rafael informó que la Santa Sede confirmó la reducción al estado laical del padre Fernando Yañez y “en adelante no podrá ejercer ningún ministerio sacerdotal, ni público ni privado”.
Ante la resolución de su caso, el cura aseguró que fue condenado sin un juicio previo y se reveló al sostener que continuará con su vida sacerdotal.
En un breve comunicado emitido por el Obispado de San Rafael indicaron que “la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, ha rechazado la última apelación (del padre Yañez) contra el Decreto Administrativo Penal de su expulsión del estado clerical por graves delitos contra la disciplina eclesial, dado el 19 de julio de 2019, por lo cual se debe tener por definitivo”.
Ante la sentencia el sacerdote fue “expulsado del estado clerical” lo que constituye la “máxima sanción aplicable a un sacerdote católico” por lo que “Fernando Miguel Yañez pierde su condición y todos los derechos y obligaciones, incluyendo el uso de la vestimenta clerical y en adelante no podrá ejercer ningún ministerio sacerdotal, ni en público ni en privado”, concluyó.
Una vez conocida la sanción, el sacerdote rechazó de plano la resolución tomada por la Santa Sede ya que según aclaró, había presentado todos los recursos aunque “para ello debía presentarme personalmente con ese recurso en Roma, pero por el tema de la pandemia fue imposible viajar, por lo que presenté todo en tiempo y forma en el Obispado. Pero he sido condenado sin un juicio previo por desobediencia, esto surgido porque el obispo (Eduardo María) Taussig me mandaba a Malargüe y yo estaba a cargo de cuarenta jóvenes y yo lo que planteé era que enviara algún otro sacerdote para hacerse cargo de ellos y el Obispo dijo que no”, comentó al portal Media Mendoza.
El caso contra el padre Yañez comenzó por no aceptar el traslado dispuesto por monseñor Eduardo María Taussig. Sin embargo quedó en suspenso por un juicio contra el cura por abusos en el hogar que manejaba.
En abril de 2019 el sacerdote fue absuelto de todos los cargos ya que el fiscal no encontró pruebas para sostener la acusación en su contra, y cuando parecía que todos los conflictos en los que estaba involucrado el padre Yañez podían llegar a su fin, el cura redobló las críticas hacia el prelado sanrafaelino y generó la reacción de Taussig.
Así fue como el obispo de la diócesis de San Rafael firmó el decreto de aplicación inmediata con la dimisión del estado clerical del padre por los delitos de “desobediencia pertinaz, ejercicio ilegítimo de una función sacerdotal y suscitar públicamente aversión y odio contra la Sede Apostólica o el Ordinario”.
El decreto sancionatorio fue apelado ante la Santa Sede por Yañez y este martes “a las 10 de la mañana recién me han notificado, donde dice que como mi presentación no ha llegado en tiempo y forma queda firme la reducción al estado laical, un invento de los hombres, pero el sacerdocio no me lo puede sacar nadie, porque es un sacramento y así como uno no se puede desbautizar a mi no me pueden sacar el sacerdocio, voy a seguir vistiendo la sotana y celebrando la santa misa todos los días, como lo he seguido haciendo”, agregó al portal sanrafaelino.
Para Yañez todo es parte de una “tremenda injusticia, yo solicité juicio en un tribunal imparcial, porque el Obispo me odia y lo puedo demostrar, pedimos que se lo inhibiera y no lo hizo y así terminó todo. Pero yo voy a seguir viviendo mi vida sacerdotal como en estos 38 años”, finalizó.