En San Rafael el viento dejó a su paso infinidad de ramas y árboles caídos, tendidos eléctricos por el piso y varias voladuras de techos.
Las ráfagas de viento oscilaron entre los 50 y 85 kilómetros por hora según el lugar. En el distrito de El Nihuil fue el caso más extremo con ráfagas de hasta 100 km por hora.
El viento comenzó a hacerse sentir ayer pasadas las seis de la tarde y no paró hasta entrada la madrugada.
Cuadrillas de Defensa Civil de la comuna y la prestadora del servicio eléctrico trabajaron toda la noche y continuaban en la mañana de hoy retirando árboles y ramas que obstaculizaban el tránsito en Ciudad y distritos y para restituir la energía.
“Estamos realizando una evaluación pero se han producido varias voladuras de techos. También seguimos trabajando porque hay muchas ramas caídas por todos lados y árboles y muchos cables tirados en el suelo”, comentó Jorge Pizarro, director de Defensa Civil del municipio.
Personal de bomberos también tuvo una larga jornada. Contabilizaron 20 intervenciones entre ayuda para liberar calles o retirar árboles del cableado eléctrico y también algunos incendios en particular de malezas en la zona de fincas.
El de mayor magnitud fue en Colonia Elena donde el fuego se propagó hacia un aserradero y provocó cuantiosas pérdidas.
A diferencia de la última tormenta fuerte que azotó al departamento sureño en marzo pasado, en la que un hombre murió por una rama que le cayó encima mientras trotaba en un parque, en esta oportunidad no se registraron heridos a causa del fenómeno.
Las zonas más afectadas fueron Ciudad, Las Paredes, Malvinas y Rama Caída.
En el turno mañana las clases se suspendieron en todos los niveles.