El caso fue todo un escándalo en la provincia cuyana. A pesar de que allí ya rige el "distanciamiento social", están prohibidas las reuniones con más de 12 personas en un mismo lugar. Esta fiesta justamente iba contra las normas establecidas por el Gobierno provincial en plena pandemia: había música, alcohol y más de 45 personas en el interior de un taller mecánico. La Policía llegó al lugar después de ser alertados por un llamado anónimo, además porque uno de los involucrados había participado minutos previos en otra fiesta y lo había visibilizado en sus redes.
Pero como 47 de los 48 jóvenes no tenía antecedentes penales, les concedieron la suspensión del juicio. Esto fue acordado por el abogado de los imputados y el fiscal Ignacio Achem, antes de que fuera homologado por el juez Eduardo Raed. Esto quiere decir que los acusados quedarán en libertad, lo que establece que sus planillas prontuariales quedarán limpias.
El que no la sacó nada fácil es Rodrigo Cid, un joven oriundo de La Pampa, quien fue castigado a 8 meses de prisión condicional (sin encierro). Esta condena es porque registra un antecedente en la Justicia Federal por una causa en la que ya cumplía una probation.