Evaristo Molina, un jubilado de 70 años, pasará el resto de su vida en el Servicio Penitenciario Provincial de San Juan. Es que este miércoles, en la Sala III de la Cámara Penal, fue condenado por el brutal femicidio de Yamila Pérez, una joven trabajadora sexual de 25 años, a la que asesinó y luego descuartizó.
Según informó Diario de Cuyo, los familiares de la víctima, que esperaban en la puerta de Tribunales, insultaron y golpearon a Molina. El jubilado aceptó, desde el comienzo, ser el autor del atroz femicidio ocurrido el 16 de junio de 2018. Según la investigación, Molina era amenazado por Yamila que le pedía plata para no contarle a su esposa.
La noche del femicidio, la víctima se subió al auto del jubilado y volvió a pedirle dinero. Molina la ultimó de 8 puntazos, la desolló y le cortó los brazos para que no pudiera ser identificada. Una receta de un médico en la escena del crimen terminó de hundir al jubilado que terminó confesando el hecho. Además, los pesquisas encontraron ADN de Yamila en la ropa del acusado.
La condena llegó a través de un juicio abreviado en el que el abogado de Molina acordó la prisión perpetua con el fiscal de Cámara. Sus familiares exigen, todavía, que el femicida les diga dónde están los brazos de Yamila, ya que éstos nunca aparecieron. En los pasillos de Tribunales se vivieron momentos de tensión porque, a pesar de estar custodiado, una familiar de la joven llegó hasta él y alcanzó a pegarle una piña pero luego fue detenida.