Consuelo Juncosa nació en Salta hace 31 años. Después de terminar el colegio, su interés por la comunicación, las distintas formas de expresión, el arte y sobre todo la fotografía, la llevaron a vivir a Buenos Aires, donde estudió la carrera de Publicidad.
Con el título bajo el brazo, un espíritu inquieto y hambre de aventuras, Consuelo, o Consu, como la conocen todos, partió a conocer el mundo. En sus viajes descubrió su pasión por el mar y la naturaleza; pasión que tomó un gran protagonismo en su vida. Fue también durante estos viajes cuando Consu encontró su verdadera vocación: la fotografía.
Decidida a vivir de la fotografía, Consu trabajó en Costa Rica y en México, donde se especializó en fotografía social, casamientos, sesiones familiares y retratos. Fue después de muchos años que la nostalgia trajo a la joven, talentosa, y ahora experimentada fotógrafa de regreso a la Argentina, con la valija llena de sueños, proyectos y una experiencia laboral valiosa.
De vuelta en el país, Consu se instaló en Buenos Aires y empezó a dedicarse de lleno a la cobertura de casamientos. Y con su sello particular, con una paleta de colores que la distingue del resto y una dedicación especial que se puede apreciar en cada una de sus fotos, no sólo capturando el momento ideal, sino además manteniendo un criterio estético que siempre es fiel al estilo que la define.
"La clave de mi trabajo está en conectar con las personas a las que retrato y crear una atmósfera de confianza e intimidad para poder captar gestos, momentos y emociones de una forma mucho más auténtica. Siempre busco que mis fotos reflejen sentimientos, que sean más que una persona estática frente a la cámara y junto a un lindo paisaje", asegura la joven salteña.
En lo profesional, el 2019 fue el año de explosión para Consu, que la llevó a recorrer distintos rincones del país retratando casamientos de novios que, enamorados de su trabajo, la llamaron desde Mendoza, Salta, Cariló, entre otros lugares. Incluso la contrataron para cubrir un casamiento en Ecuador.
Tras un 2019 fantástico, el 2020 presentaba un panorama aún más auspicioso, con una agenda cubierta de punta a punta, y nuevos y excitantes proyectos, uno de los cuales consistía en una experiencia laboral de tres meses en España. Sin embargo, llegó marzo y el cachetazo del maldito coronavirus. "De una semana a otra mi agenda quedó vacía", cuenta Consu.
Frente a este panorama desolador, Consu decidió reinventarse, buscando nuevas formas de vivir de la fotografía. Entonces comenzó a generar contenido para distintas marcas, fotografiando productos. "Hacer fotos dentro de cuatro paredes fue para mí un gran desafío creativo", asegura Consu.
Es también en este tiempo de cuarentena que surge un nuevo proyecto personal, Rumah Kita. "Rumah Kita significa Nuestro Hogar. Así decidí llamar a esta colección de fotos que hoy comparto para la venta en forma de copias impresas y cuadros. Estas fotos son una selección muy especial de paisajes y retratos de mis viajes por el mundo. Rumah Kita es un tributo a nuestro planeta, es un Gracias a estos años de viajes y a cada persona que pasó por mi vida dejando su huella".
En paralelo Consu empezó a ofrecer un servicio de diseño y armado de fotolibros. En la era digital, "¿qué pasa con las cientas de fotos tan valiosas que tenemos en el teléfono o la computadora? ¿a dónde van a parar con el tiempo?". Es para que estos recuerdos no se pierdan en el olvido que ella recomienda armar un libro de cada viaje, de eventos importantes, o simplemente compilar fotos sueltas y con valor sentimental en un sólo espacio.
Consu no sólo ofrece el diseño del fotolibro, sino que asesora a sus clientes con la selección de fotos y trabaja en la corrección y edición de las mismas.