El Consejo Deliberante de la capital estableció que los desechos leñosos que queden de la poda de árboles, troncos y ramas se destinen a merenderos y comedores comunitarios de la ciudad. La iniciativa fue presentada por Abel Moya, y modifica la Ordenanza 15.415 Gestión Integral de Residuos Urbanos.
El artículo incorporado establece que la recolección de residuos vegetales será de forma diferenciada, y que se distribuya de dos formas: las hojas, césped y ramas pequeñas al compostaje de viveros municipales; mientras que las ramas medianas y gruesas y troncos, irán a los merenderos y comedores comunitarios.
Estos comedores proveen de alimento a los sectores más vulnerables, especialmente durante la pandemia de coronavirus, pero muchos de ellos no cuentan con garrafas ni gas natural. La ciudad produce mucha biomasa para generar energía, y podría aprovecharse para contribuir a la importante tarea social que cumplen estas organizaciones.
En el día de ayer también se aprobó una resolución por la cual la Intendencia realizaría un estudio de impacto ambiental, para determinar la posibilidad de crear una sala crematoria en el lugar que se disponga, como el cementerio municipal San Antonio de Padua.