Luego de que la fórmula Fernández-Fernández se impusiera al oficialismo en las elecciones PASO del domingo pasado, el lunes el mercado financiero sufrió una sacudida violenta que provocó que el dólar de dispare a casi 70 pesos. Este impacto afectó distintos mercados, provocando que distintos sectores suspendan sus ventas hasta que se estabilice la situación.
El mismo efecto se produjo con el cambio de divisa en los pueblos fronterizos con el vecino del norte. Tal es el caso de Villazón, vecino de La Quiaca; Bermejo, de Aguas Blancas y Yacuiba, de Salvador Mazza.
La información de que el peso argentino se estaba desplomando corrió como reguero de pólvora a lo largo de la frontera, donde casi toda la actividad se basa en el comercio bilateral, y donde es muy común que se acepte la moneda de ambos países.
Pero los argentinos se toparon con una barrera en la mañana de este martes, cuando en los comercios bolivianos comenzaron a negarse a recibir la divisa argentina por no tener un valor estable.
Las casas de cambio bolivianas que abrieron las puertas, cambiaban 100 pesos argentinos por 10 bolivianos, cuando hasta el domingo 11 de agosto 100 pesos argentinos equivalían a 14.50 bolivianos.