Este martes se puso en marcha una huelga nacional de trabajadores aceiteros que tiene epicentro en el cordón industrial al norte de Rosario. Los gremios argumentan que las empresas no tienen “voluntad de negociar” uyn aumento y las cámaras que las representan consideran desmedido el reclamo salarial.
El cese de actividades en la región comenzó a las 6 de la mañana con claras diferencias a la hora de describir el escenario en el sector después de ocho meses en pandemia. Los sindicalistas afirman que las compañías “duplicaron su facturación en pesos” entre enero y octubre “gracias a la devaluación y al importante incremento del precio internacional de la soja”, pero a su vez “llevaron una y otra vez la negociación paritaria al fracaso”.
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) recordó que ofrecieron una suba del 25% en el inicio de la emergencia sanitaria y la posterior revisión cuando la inflación medida por el Indec superara esa diferencia. Al respecto, recordaron que hubo acuerdo inicial pero después los gremios se abrieron con “pedidos de bonos especiales extravagantes, superiores al 176%”.
“Este sector oligopólico de la economía hoy no liquida divisas y en cambio especula, al mismo tiempo que relega y menosprecia a quienes sostuvimos la producción en marcha en todo momento”, afirmó de su parte Daniel Yofra. El presidente de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) defendió el paro de esta manera y la medida también comprende a quienes pertenecen a la Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (Urgara).