La decisión del Gobierno nacional de eliminar los subsidios sobre los sueldos de los choferes del transporte urbano de pasajeros hace eclosión ante el inminente pago de los salarios de marzo. En ese contexto, hubo rumores sobre el supuesto interés de la intendenta para pedirle al Concejo una suba del boleto, algo que Fein descartó de plano este jueves.
La definición de la mandataria rosarina le agrega más incertidumbre a las alternativas para afrontar los 150 millones de pesos que representa el aumento paritario que acordó la Unión Tranviario Automotor (UTA) a nivel nacional y que se replicó en la ciudad.
"Veremos que hace el Gobierno nacional frente a la problemática de los subsidios. No se puede plantear que todo lo tengan que afrontar los municipios y las provincias. Además, las intendencias y los concejos no participamos de la discusión paritaria, deben hacerse responsables quienes firmaron el acuerdo salarial", se pronunció Fein, en contacto con la prensa.
"Buscaremos soluciones en el diálogo con las empresas y los choferes", se limitó la intendenta, sobre los pasos a seguir, además de confirmar que "se pidió una nueva entrevista con el ministro Dietrich", para exponer la situación.
En rigor de verdad, la intendenta ya ha tenido otras instancias de diálogo con el titular de la cartera nacional de Transporte, encuentro que se logró en medio de la polémica sobre la incorporación de la tarjeta Sube en la ciudad, con los beneficios que acarrea para diferentes porciones de la población. En dicha instancia desde la Casa Rosada ratificaron su postura de no incrementar el subsidio a los salarios de los choferes.
A la infenxilibilidad nacional, se le sumó la negativa del gobernador Lifschitz a incorporar subsidios al transporte de Rosario. El gobernador en las últimas horas también cargó la responsabilidad en la Casa Rosada.
Sin un planteo oficial de Fein para incrementar la tarifa en el Palacio Vasallo, los ediles también deberán evaluar qué alternativas pueden ponerse en práctica. Una de las variantes podría ser el incremento del Fondo Compensador del Transporte que se alimenta de los tributos que abonan contribuyentes especiales, como el casino rosarino.