"No es 2013 o 2014, pero tampoco es 2017. Este es un año intermedio", expresó el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro a la hora de analizar el crecimiento en la cantidad de homicidios en Rosario desde fines del año pasado.
El representante del Gobierno provincial se mostró confiado en poder revertir la coyuntura actual y aseguró: "Vamos a seguir trabajando de esta manera para detener a cada uno de estos homicidas que generan violencia en algunas zonas de la ciudad". A esto agregó una declaración referida a la actividad de los grupos criminales organizados en el marco de los allanamientos realizados este jueves por la mañana y remarcó que van "golpear a cada uno de los que pretenda asomar su cabeza como jefe".
Durante la conferencia de prensa posterior a los 11 procedimientos que pidió la Fiscalía de Rosario por homicidios, abuso de armas y otros delitos, el funcionario consideró que el Ejecutivo y la policía están en condiciones de "llevar a Rosario la mismo nivel" de 2017, el cual tuvo la tasa de asesinatos más baja desde 2010.
"Creemos que la violencia tiene que ver con cuestiones más primarias. En algunos casos hay disputas territoriales o dentro de los mismos grupos y en otros son venganzas entre familias", comentó el ministro. Si bien el narcotráfico no deja de ser un factor, subrayó que "indudablemente la droga no se produce ni se cosecha en la provincia de Santa Fe".
Finalmente Pullaro también relativizó la capacidad de las bandas delictivas radicadas en Rosario e indicó: "En la mayorías de los casos hablamos de delito preorganizado".