Mientras la evolución en la circulación de transito se vió incrementada en las últimas semanas, en Rosario desde el mes de enero no está en funcionamiento el sistema de fotomultas, tanto por exceso de velocidad como por cruces en rojo. Solo quedaron los soportes que sostenían las cámaras.
La actual administración, a cargo de Pablo Javkin decidió adjudicar el mantenimientos de las señales de transito a dos empresas: Mantelectric, que sigue operando en la ciudad, y Autotrol. Cabe recordar que la concesión con la firma Kapsch finalizó en diciembre del año pasado.
Según informó La Capital, dentro del pliego de la licitación los radares no estaban incluidos, lo que dejo de lado los procesos previos donde Kapsch estuvo a cargo de 15 puntos que servían para sancionar a quienes incumplican con las normas de seguridad vial.
"La gestión estuvo a cargo de esta polémica empresa que se hizo cargo al menos durante el último mandato de la ex intendenta Mónica Fein y que quedó cuestionada tras el accidente automovilístico en Salta y Lagos donde falleció el motociclista Ito Seisas", indicó el medio.
Kapsch, mediante su tecnología, se presentaba como la única alternativa para darle continuidad a este sistema de medición de tránsito y se optó por dejar afuera ese plus dentro de la actual licitación para el mantenimiento de los semáforos. No obstante, las multas que llegaban a los infractores provocaban un efecto de disciplinamiento en el tránsito.
Los índices que actualiza el municipio arrojan que desde el comienzo de la pandemia cuando el tránsito se redujo drásticamente al 33 por ciento, se pasó a un promedio de más del 80 por ciento de vehículos en las calles rosarinas, si se hace una comparación con la prepandemia hacia fines de marzo.