Imputaron a un insistente sujeto que llegó a llamar 60 veces seguidas por teléfono a su ex pareja, acudir en reiteradas veces a su vivienda a cortarle la luz y a arrojarle piedrazos, entre otros múltiples actos de acoso. Recibió prisión preventiva.
Este jueves se revisó la medida cautelar por hechos de amenazas coactivas y desobediencia a una orden judicial de N.J.R, de 31 años, a quien volvieron a imputar por otra desobediencia judicial. Detenido en la Alcaidía Regional de Rosario, este sujeto llamó por teléfono a su ex pareja, violando una orden judicial que se le había aplicado por violencia de género.
Cumplía arresto por haber cometido al menos cuatro hechos de amenaza coactiva contra esta mujer entre julio y agosto de este año. En dos ocasiones, fue hasta la vivienda de la víctima de Rioja al 3700 y le bajó la llave térmica del departamento. Luego comenzó a arrojarle piedrazos a la ventana de su habitación y finalmente le escribió frases agraviantes en la caja de luz.
Días más tarde, repitió el mismo accionar, y gritándole que regrese con él. Completamente obsesionado, volvió y le tocó insistentemente el timbre. También la llamó 60 veces al celular y el 25 de agosto volvió a prenderse del timbre hasta que llegó la policía. Entonces escapó y regresó con su moto a puro bocinazo.
Semanas más tarde, volvió a torturarla llamándola 27 veces y enviándole decenas de mensajes de texto. El hecho más grave lo cometió el 28 de agosto, cuando alrededor de las 20:15 en Pellegrini y Belgrano interceptó el vehículo de la mujer y la obligó a detenerse en la banquina. Allí le empezó a arrojar objetos contundentes.
Por todos estos hechos, se resolvió prolongarle la prisión preventiva efectiva.