La investigación sobre un presunto caso de abuso sexual en el centro rosarino sacó a la luz el funcionamiento irregular de la pensión en la que vivía el acusado. Después de la protesta que se llevó a cabo en el lugar se confirmó que los administradores del inmueble habían violado una clausura anterior.
Mientras el Ministerio Público de la Acusación (MPA) busca al hombre de 40 años denunciado por la madre de una niña de 8 años, los familiares de la víctima afirman que el encargado del edificio de Laprida al 1100 "no quiere decir dónde está" y "tiene contacto con él" a pesar de que abandonó su habitación. "Después de que se enteró, se fue de viaje a un retiro espiritual", afirmó la mujer.
Fuentes consultadas por Radio 2 detallaron que la pensión había cerrado por orden de la Municipalidad en 2014, pero luego reabrió sus puertas sin la habilitación correspondiente. Ante esta situación, funcionarios del Ejecutivo local decidieron presentar una denuncia penal.
Respecto de los episodios que tuvieron lugar más recientemente, la fiscal Graciela Argüelles ya tiene en sus manos la entrevista que le hizo el equipo interdisciplinario de psicólogos a la menor. De acuerdo a los primeros datos recabados, el supuesto abusador es vecino del padre, quien vive en el lugar al igual que la abuela de la niña. A partir de la presentación judicial, el acusado se fue de la pieza que ocupaba y tampoco pudieron ubicarlo en el frigorífico en el que trabajaba.