Vecinos protestaron por la falta de agua en Rafaela

Un puñado de personas se presentaron ante las oficinas de Aguas Santafesinas, acompañados por concejales de la oposición. Reclamaron la desprotección por la falta de servicio.

Vecinos protestaron por la falta de agua en Rafaela
Vecinos reclamaron por la falta de agua potable en Rafaela

Un reducido grupo de vecinos reclamaron frente a las oficinas de Aguas Santafesinas SA por la falta del servicio, en el medio de la ola de calor.

El servicio comenzó a escasear cuando las temperaturas comenzaron a pasar los 35°C. Y no se espera que refresque hasta el miércoles, cuando una baja probabilidad de lluvia y un viento del sur mucho más seguro disminuya las máximas a “sólo” 32°C.

Estos vecinos estuvieron acompañados por los concejales Leonardo Viotti y Lisandro Mársico y la secretaria de este, Carla Boidi.

Nos dicen que sólo nos cobran el agua que sale de la canilla. Pero cuando la necesité, no estaba. Me tengo que poner un despertador para llenar el tanque. No salía una gota de la canilla. Todos los veranos nos falta. Pero nunca nos pasó como ahora”. Con esta frase, un vecino describió la situación que se vive en barrio Alberdi, aunque se replica en otras partes de la ciudad.

Otro vecino remarcó la “total desprotección del ciudadano, que paga por servicios que no se prestan. Acá hay un 35% del agua que llega del acueducto que se pierde. Y no hemos visto ninguna visita técnica para constatarlo”.

“Venimos a buscar respuestas y el responsable está de vacaciones. No puedo imaginarme que una ciudad que tiene déficit de agua, el responsable se tome vacaciones en enero y no de la cara. Acá nadie da la cara. El ENRESS tampoco se hace presente y no se controla el servicio que presta. Las autoridades políticas no aparecen. Hemos invitado a algunos concejales, porque son las relaciones que tenemos. Pero hay una desprotección total”, protestó.

“En la empresa nos atendió un gerente comercial, de buena manera. Pero no tiene los elementos para contestarnos. La respuesta es que hay que esperar el acueducto. Pero nadie sabe cuándo va a estar listo, no hay una agenda”, completó.

Contaron que, para lavar la ropa, se despiertan a las 4 y llenan los baldes que le permitirán poner en marcha el aparato, o aprovechar la poca presión que hay para hacer el trabajo. “Para bañarnos, lo hacemos sentados en el piso. Eso es el medioevo.”, comentó otro.