Pensar la salud pública en Rafaela

El médico generalista escribió una segunda parte de su mirada respecto al sector.

Pensar la salud pública en Rafaela
El dr. Santiago Gazpoz

Es imprescindible asumir una decisión política donde se conciba a la Estrategia de Atención Primaria de la Salud y  a la salud pública  como inversión y no como un gasto.

Resolver los problemas de salud enfermedad lo más cerca posible del domicilio de los ciudadanos requiere responsabilidad política, compromiso de todos los sectores y una inversión acorde.

La salud pública no es gratuita. El problema es quién la paga - el mercado de la salud o el Estado, o ambos en cooperación y buscando acuerdos progresivos- y además quien la rige y ordena.

Históricamente los intentos de trabajar en promoción de la salud y la prevención de enfermedades han sido resorte del sector público, con escasa participación del sector privado, aseguramientos y obras sociales.

Esto hay que revertirlo, implicando y sentando en una gran mesa local a todos los actores de la salud para discutir las fortalezas de trabajar en los problemas de salud comunitarios con anticipación y  la importancia de analizar la salud de manera colectiva independientemente de la pertenencia.

La promoción y prevención en salud debe ser un interés compartido, sinérgico y trabajado de manera conjunta, un proceso de cuidados integrales de las  ciudadanas y ciudadanos de Rafaela, vivan donde vivan y tengan la cobertura de salud que tengan.

Los centros de salud distribuidos estratégicamente en distintos barrios de la ciudad se han ido consolidando y dando respuestas a los problemas de salud más frecuentes de la población. Esto significa que más del 80 % de los problemas de salud de la ciudadanía está en condiciones de ser  resuelta con cercanía en un primer nivel de atención, poniendo el foco en la prevención y promoción.

Entonces hay que trabajar e incentivar a que los sindicatos, las ART y el sector privado establezcan tácticas de cuidados en un primer nivel para que sus asegurados y usuarios estén protegidos de manera similar a lo que hace el sector público y sumar a esos actores en la estrategia mayor de Atención Primaria de la Salud. No hay superposición ni conflictos de intereses importantes que impidan esta suma de actores ya que “la salud es igual para todos” independientemente de los prestadores.

En cuanto al rol del Estado y el sector público en el primer nivel de atención es central la conformación de un equipo de salud comprometido con la tarea y para eso es básico tener condiciones dignas de trabajo, tanto  edilicias como remunerativas.

Se puede mejorar la capacidad instalada, diversificar la oferta en especialidades básicas y para prestaciones de prevención modernizar procesos incorporando la digitalización y acompañando la complejidad de los servicios que se brindan con la capacitación en servicio de manera racional (por ejemplo en ecografía básica y provisión de electrocardiógrafo digital).

La articulación con el segundo nivel debe estar organizada de manera tal que obtener un turno para especialidades no sea una odisea del paciente sino un recurso que los profesionales del primer nivel dispongan con criterio y rapidez. Una respuesta a esto sería por ejemplo pensar en una central de turnos para el primer nivel de atención.

En este momento es donde hago una propuesta que enuncié oportunamente pero que considero importante reforzar:

La creación de un Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rafaela y la Región en instalaciones del edificio del viejo Hospital Jaime Ferré, a lo que se agregaría también un centro de salud para la población de barrio 9 de julio.

Analizando la realidad y complejidad que viene a resolver el nuevo Hospital de alta complejidad ubicado en la zona norte de la ciudad, definido como de  3º nivel de complejidad y además Regional, diseñado para resolver el 5 % de la patología compleja, es imperioso pensar en resolver ese vacío y nudo crítico en el futuro inmediato respecto al 15 % de las causas que requieren atención y que en la teoría se deben resolver en un segundo nivel de complejidad ambulatorio.

¿Qué sucede con el segundo nivel de complejidad y las especialidades ambulatorias que intervienen cuando en la estrategia de atención primaria, el paciente es derivado por mayor complejidad? Pasa directamente al  tercer nivel.

Eso es lo que hay que pensar entre todos y todas: un Modelo de Gestión que tiene que ser  innovador y mixto, por las características y entramado actual de la salud en Rafaela y avanzar con un Modelo de Atención moderno, ágil,  matricial,  ambulatorio y no solo en la consulta sino en prácticas que antes requerían internación y que hoy son de resolución rápida, como cirugías y procedimientos endoscópicos, entre otras.

Estamos ante un gran desafío para lograr los cambios necesarios que brinden mejores servicios y busquen una mejor salud para la ciudadanía rafaelina. O mantener el actual estado de cosas para que nada cambie.

Santiago Gaspoz

Médico Generalista y de Familia.

Maestría en Salud Publica UNR/ Instituto Juan Lazarte.

Matrícula Pcial. 3908