La reapertura del Paso Internacional Cristo Redentor luego de meses cerrado y en medio de la tercera ola de la pandemia de Covid-19 no se dio de la forma más prolija y organizada que digamos. El martes 4 de enero, las autoridades chilenas autorizaron la reapertura del paso más importante que conecta vía terrestre a Chile con Argentina para quienes tengan intenciones de viajar con fines turísticos -para carga y como corredor sanitario siempre estuvo habilitado-.
Sin embargo, a 10 días de haber autorizado la apertura para autos y colectivos que quisieran cruzar para un lado o para el otro con fines turísticos, este viernes a última hora de la tarde las autoridades chilenas del Sistema Integrado decidieron cerrar el tránsito para turistas y mantener la medida hasta nuevo aviso. Un brote de contagios entre trabajadores de aduana trasandino y una medida de fuerza de sus compañeros en reclamo de medidas que garanticen la seguridad de sus funciones fueron el detonante de la situación.
Según destacan del lado argentino, esta medida nunca fue oficializada por las autoridades fronterizas y nacionales de Chile. De hecho, el Coordinador General del Paso Internacional Cristo Redentor por el lado argentino, Justo José Bascolo destacó que a los funcionarios argentinos se les avisó informalmente de la medida. No obstante, a casi 16 horas de disponer el cierre para turistas (cerca de las 20 del viernes), no ha habido ninguna comunicación oficial del Gobierno de Chile que anuncie la decisión y sus motivos todavía.
Por esto mismo es que entre las personas que ya estaban en Los Libertadores y a quienes les pidieron que regresaran a Mendoza porque no iban a poder cruzar (cerca de 50 pasajeros) hubo un notorio malestar y que dejaron en evidencia en el lado chileno del control fronterizo.
Además, durante toda la mañana del sábado hubo cortes de ruta en la zona de Guardia Vieja (Chile), protagonizados por personas que salieron de sus casas con intenciones de cruzar a Argentina y se enteraron en el lugar que no iban a poder hacerlo.
Argentinos a la deriva y sin respuesta
La decisión de suspender el tránsito a turistas que estaban en el Paso Cristo Redentor, tanto para ingresar a Chile como para salir con dirección a Argentina, dejó a más de 50 turistas que ya habían llegado al complejo fronterizo del lado chileno a la deriva del lado argentino. “El conflicto viene del lado chileno y de aquel lado está la responsabilidad total de esta desprolijidad. Ni siquiera avisaron a las autoridades argentinas ni nos adelantaron que esto iba a pasar, como para que de este lado tomáramos medidas para evitar que la gente siguiera subiendo. Si bien hubo conversaciones para que se permitiera el paso a las personas que querían cruzar y ya estaban arriba, en Los Libertadores el sistema que trabaja en el hisopado de personas trabajó hasta ayer (por el viernes) a las 20 y luego se interrumpió” indicó Báscolo a Vía Mendoza.
Muchas de las personas que viajaban por turismo y quedaron a la deriva debieron regresar a sus casas, mientras que otras tantas se quedaron en Uspallata, expectantes por alguna confirmación o nuevas noticias. Sin embargo, al no existir una oficialización concreta del cierre, tampoco hay una idea sobre cuándo podría reanudarse el paso con fines turísticos.
“Están manteniendo reuniones por estas horas y, creemos, que hoy deberían tomar una decisión sobre si reabren mañana o no”, siguió el coordinador argentino del sistema integrado.
Más de 400 camiones en la ruta
Si bien el tránsito de transportes de carga (camiones) no ha sido interrumpido, avanza a un ritmo más que lento, y esto ha derivado en que haya más de 400 camiones con sus conductores parados al costado de la ruta en Uspallata, Punta de Vacas y Las Cuevas.
“Se está hisopando a entre 5 y 10 camioneros por hora en Los Libertadores. Entonces esto lleva a que se colpase el tránsito en la ruta, se arma un cuello de botella. Desde anoche los camiones están entrando a cuentagotas a Los Libertadores”, explicó Báscolo, quien fue contundente: “Esto genera un tremendo impacto en el tránsito normal de bienes y servicios entre países”.
Es el personal de Gendarmería quien se está encargando de retener a los camiones y ubicarlos mientras esperan en Las Cuevas, Punta de Vacas y Uspallata. También son ellos quienes van regulando la salida, en la medida en que se va despejando el complejo chileno.