La detención de Nélida Rojas, líder de la Tupac Amaru, desató un escándalo en los tribunales mendocinos por la filtración de los allanamientos que se iban a realizar este lunes. Ahora, en la causa paralela que se activó por esto, una fiscal ordenó auditar todos los teléfonos y hasta las cámaras de seguridad del Poder Judicial.
La fiscal Cecilia Bignert ordenó investigar todas las llamadas, así como acceder a las imágenes que se obtienen de las cámaras de seguridad de tribunales mendocinos.
La sospecha es que la presentación adelantada de Rojas se debió a la filtración de un dato surgido desde el Poder Judicial mendocino.
Esto impidió realizar una serie de detenciones y allanamientos que la fiscal Gabriela Chavez ya había pedido para avanzar en la causa donde la líder de la Tupac Amaru en Mendoza es investigada junto a sus familiares por asociación ilícita, cohecho agravado, extorsión, usurpación y estafa.
El escándalo estalló el sábado cuando, en una conferencia de prensa, el fiscal adjunto Gonzalo Nazar adelantó que habían secuestrado los celulares de los funcionarios judiciales de los empleados del Sexto Juzgado de Garantías.
Ese mismo día, el Comité por la Liberación de Milagro Sala -la referente nacional de la Tupac Amaru, actualmente detenida en Jujuy- señaló que la detención de Rojas y sus familiares forma parte de una persecusión política.