Así como la pandemia desafió a los docentes, que debieron adaptarse para garantizar la continuidad pedagógica, otro tanto lo hizo con los dueños de escuelas de gestión privada, que intentan sostener instituciones de muchos años a pesar de la crisis económica que atraviesan. En diálogo con este medio, dueños de colegios de Malvinas Argentinas cuentan detalles de la problemática inédita que están viviendo.
El colegio de Claudio (Grand Bourg) tiene 800 alumnos entre nivel inicial, primario y secundario y al mes de septiembre registra un 70 por ciento de mora en el pago de las cuotas. "Nuestra comunidad está conformada por mucha gente trabajadora y los pocos recursos que tienen los necesitan para comer, para pagar el alquiler, lamentablemente la escuela hoy es la cuarta o la quinta prioridad para muchos", reflexiona.
"Lo primero es pagar los sueldos, y con eso estoy al día, aunque me quedó pendiente el aguinaldo. Tenía una reserva para pagarlos pero tuve que usarla los primeros meses de la cuarentena. Los impuestos no los estoy pagando. Me fue costando remarla, no dormía, no duermo. Encima los sindicatos vienen apretando, me quisieron apretar por la demora en el pago del aguinaldo", cuenta.
Su colegio tiene un 60 por ciento de subvención sobre 25 cargos y pudo incorporar 45 empleados al programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) a partir de agosto, pero por el momento el beneficio sólo se acreditó para diez. "Hace 30 años que funciona la escuela y en 6 meses estamos corriendo el riesgo de que el año que viene quizás no podamos abrir", concluye.
Informe Aiepba - Junep Agos... by Via País
Además de la mora en el pago de las cuotas, que genera un gran impacto en la situación económica de los colegios, muchas instituciones debieron invertir en herramientas para garantizar la continuidad en el dictado de clases. "Hubo una inversión con respecto a la virtualidad. Tuvimos que contratar más servicios de plataformas educativas, pagar el servicio de Zoom y además abastecer a los docentes que no tenían medios informáticos, para que puedan trabajar desde sus domicilios", cuenta Marina, que es dueña de un colegio de nivel inicial, primario y secundario que funciona hace 30 años en el partido.
Desde la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (AIEPBA), aseguran que en los colegios de Malvinas Argentinas, al igual que en los de toda la Provincia, "los niveles de cobranza están entre el 30 y el 40 por ciento, es decir que que se estima un 70 por ciento de mora en el pago de las cuotas, sostenido y en crecimiento, ya que la situación se va agravando cada vez más".
Por otra parte, desde la Asociación explican que "del 70 por ciento de la deuda, hay un 30 por ciento que no pagó nunca desde que se inició el año, con lo cual no se sabe si va a ser matrícula para el próximo año". Ese 30 por ciento es "el riesgo de pérdida de matrícula, que rondada el 20 por ciento de la matrícula general, lo que significaría cerrar cinco secciones".
Si bien el gobierno provincial adelantó dinero a las escuelas subvencionadas, esa ayuda no fue significativa y, además, ahora comienzan a descontárselo. "El impacto de ese adelanto en las escuelas es muy pequeño, representa entre el 5 y el 10 por ciento de la masa salarial subvencionada. Nos informaron que lo iban a ir descontando en tres pagos a partir del mes de septiembre. Hicimos gestiones ante las autoridades educativas pidiendo que no se descuente por lo menos este año, dada la gravedad del problema del sector. Estamos a la espera de una respuesta", cuentan desde AIEPBA.
Ese adelanto por supuesto no llegó a las escuelas que no están subvencionadas que, junto con los jardines de infantes, son las que más sufren la crisis generada por la pandemia. Es el caso del Colegio del Sol, que funciona en Los Polvorines hace 20 años, con 32 empleados - docentes y no docentes - y 312 alumnos entre nivel inicial y primario.
"Somos una escuela sin subvención. Podemos realizar aumentos de la cuota a lo largo del año, pero en este contexto consideramos que no podíamos tocarla. La comunidad de la escuela es de clase media o media-baja y no iban a poder asumir un aumento, hay muchas familias que trabajan en la informalidad o tienen negocios y tuvieron que cerrar, muchos alquilan", cuenta la directora, Vanina Escuadra.
"Tenemos entre un 28 y un 30 por ciento de padres que pagan. El resto ya no pagan desde marzo o abril. Lo primordial es pagar los sueldos, no estamos pudiendo pagar otras cosas. Por suerte pudimos ingresar al ATP (que es aproximadamente el 50 por ciento del sueldo) pero sólo lo cobran 16 empleados de los 32 que tiene la escuela. Además, en el mes de mayo no nos fue otorgado, el de agosto aún no se cobró y el de septiembre está en proceso de análisis".
Por todo esto, en lo que va del mes de septiembre pudieron darle sólo un adelanto de 5 mil pesos a cada una de las maestras y todavía no pudieron pagar los aguinaldos. "Estamos esperando a poder aumentar la cuota o que entre más gente dentro del ATP. Dinero que ingresa, dinero que se reparte", explica Vanina y cuenta que las maestras están pagando de sus bolsillos todo lo que implica la conectividad para garantizar las clases y vincularse con los alumnos.
"Somos conscientes de que está en juego la continuidad de la escuela. Pero no estamos pensando en cerrar, vamos a estar hasta las últimas consecuencias, esperando ayuda del Estado para proyectar a futuro, porque son 300 nenes que, si la escuela cierra, no tienen lugar en otra, porque están todas las vacantes al límite", asegura Vanina. "Pedimos que el ATP se convierta en una subvención. Es lo único que nos permite ver un futuro. Todos los años nos presentamos pero siempre nos dicen que no hay presupuesto para subvencionar nada".
Sergio es dueño de un jardín que fue fundado hace 50 años en Grand Bourg. Tiene una matrícula de 265 alumnos, 18 empleados y el 80 por ciento de subvención sobre los cargos docentes. Cuando comenzó la cuarentena, estaban en medio de la construcción de un aula, para abrir dos salas más de tres años. "Tuve 45 bajas y debo ser uno de los que menos pérdida de matrícula tuvo en el distrito", asegura Sergio y cuenta que le fue otorgado el ATP sólo para los cuatro empleados no docentes.
"La pandemia me agarró sin créditos tomados y con algunos ahorros y aún así ya me endeudó en más 2 millones de pesos con los bancos. Tengo los sueldos al día, también los aguinaldos y las cargas sociales. Pero hasta acá llegamos re ahorcados, el mes que viene voy a tener que empezar a vender cosas. No creo que podamos sobrevivir mucho tiempo más", resume Sergio.
"La problemática que tenemos en Malvinas se replica en todos los partidos de la Provincia", resumen desde AIEPBA. "La idea es refinanciar deudas, no dejar a los alumnos sin vacante. No sé que va pasar con ese 30 por ciento que no pudo pagar nada. Puede ser que esas familias decidan ir a una escuela del Estado para no seguir endeudándose. El compromiso que tenemos es refinanciamiento de deuda. Las pérdidas son importantes".