Una numerosa delegación jujeña integrada por sacerdotes, religiosas y feligreses encabezados por el obispo Daniel Fernández, como también la representación oficial de la Provincia de Jujuy a cargo del vicegobernador Carlos Haquim, tomaron parte este sábado en Salta de la ceremonia de declaración del primer beato jujeño, el sacerdote Pedro Ortiz de Zárate (1622/1623 - 1683), a quien la historia conoce junto al italiano Juan Antonio Solinas SJ, como “los mártires del Zenta”. En este marco también quedó establecido que la fecha litúrgica para su conmemoración será el 27 de octubre, día de su martirio en el Valle del Zenta.
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Con el marco de unos veinte mil fieles y peregrinos y una agradable jornada soleada, el Santo Oficio de Beatificación tuvo lugar en el Parque de la Familia de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, presidido por el cardenal Marcello Semerano, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos de la Iglesia Católica, con sede en Roma.
Enviado especialmente por el papa Francisco para oficiar esta celebración eucarística, Semerano también era portador de la carta apostólica enviada por el Santo Padre, que declara beatos a los Mártires del Zenta, la cual fue leída a la multitud y tras lo cual se procedió a descubrir la imagen oficial de la beatificación, a lo que siguió la entonación del himno dedicado a los Mártires.
La beatificación se realizó en Orán, a 270 kilómetros al norte de la capital salteña, en razón de que en territorios de esa actual jurisdicción se produjo el martirio de Ortiz de Zárate y Solinas junto con otras 18 personas, mientras llevaban adelante una misión evangelizadora, en octubre de 1683.
En el comienzo de la celebración, el obispo de Orán, monseñor Luis Scozzina; y la postuladora de la causa, hermana Isabel Fernández, se dirigieron al cardenal Semeraro para pedir por su intermedio al papa Francisco “que inscriba en el número de los beatos a los siervos de Dios Pedro Ortiz de Zárate y Juan Antonio Solinas SJ”, pasaje en el que leyeron una reseña biográfica de ambos sacerdotes.
MOMENTO DE GRACIA PARA LA IGLESIA ARGENTINA
Los principales concelebrantes fueron el nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk; el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Poli; y el obispo local, monseñor Scozzina.
Concelebraron también el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea; el obispo de Jujuy, monseñor César Fernández; los arzobispos de Salta, monseñor Mario Cargnello; de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo; y de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez.
A ellos se sumaron el obispo prelado de Humahuaca, monseñor Félix Paredes Cruz; el obispo prelado emérito de Humahuaca, monseñor Pedro María Olmedo Rivero; el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik; el emérito de Mendoza, monseñor José María Arancibia; el obispo de Santiago del Estero, monseñor José Vicente Bokalic; y el obispo de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Barbaro, entre otros.
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Entre los asistentes se encontraban la postuladora de la causa de canonización de los Mártires del Zenta, hermana Isabel Fernández; y el presbítero Máximo Jurcinovic, encargado de la oficina de Comunicación y Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina.
De igual manera, en cuanto a funcionarios presentes, se destacaban el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz; el vicegobernador de Jujuy, Carlos Haquim; su par salteño Antonio Oscar Marocco, y el director nacional de Culto Católico, Luis Saguier Fonrouge.
