Una serie de ataques sexuales que inició en 2012 en la zona del Ramal jujeño, llevó al banquillo de los acusados y finalmente a la cárcel, a un hombre de ciudadanía boliviana que actuaba como pastor de un culto religioso que no está oficialmente reconocido.
El resultado de las investigaciones que comenzó a realizar la Justicia a partir de una denuncia asentada en 2017, fue la condena a 14 años de prisión -de cumplimiento efectivo- que le aplicó el Tribunal Criminal N° 1 a Saúl Ichu Guaseve (56), por haber abusado de cinco mujeres -tres menores y dos mayores-, en la ciudad de San Pedro de Jujuy.
Las víctimas eran integrantes de una congregación evangélica que el sujeto promovía en esa zona de la provincia, a unos 65 kilómetros al este de San Salvador de Jujuy.
Ichu Guaseve llegó a juicio oral imputado por "abuso sexual simple en cuatro hechos, un abuso sexual con acceso carnal, agravado por ser ministro de un culto religioso no reconocido", el denominado Ministerio Internacional Cristiano y del cual no se encuentra mayor información en la red de redes.
La investigación penal de los hechos estuvo a cargo de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género y Sexual N° 2, tras la denuncia de las madres de cinco mujeres, dos mayores y tres menores, que fueron víctimas del condenado desde el 2012, de acuerdo a la primera denuncia recibida.
Según fuentes judiciales, la fiscalía comprobó todos los abusos cometidos por el pastor, cinco en total, uno de ellos con acceso carnal, resultando víctima en este caso una menor que sufrió los ataques desde que tenía 8 años hasta los 12.
Las víctimas que lo denunciaron residen en San Pedro de Jujuy y junto con sus familias formaban parte de la congregación religiosa que lideraba Ichu Guaseve.
"El pastor llegó a Jujuy procedente de Bolivia en el 2008 pero la primera denuncia se da en febrero de 2017 cuando dos hermanas denunciaron los abusos a su madre y por esos hechos fue arrestado, se allanó el domicilio y se secuestró documentación referida a la iglesia que conformaba, como sellos y certificados", dijo el fiscal José Alfredo Blanco, quien investigó los casos.
Agregó que Ichu Guaseve promovía en la ciudad de San Pedro una iglesia que llamaba Ministerio Internacional Cristiano, en lo que "varias familias lo acompañaban porque lo consideraban su guía espiritual y programaban reuniones en distintas casas y centros vecinales".
Después de la primera denuncia se presentaron tres víctimas más, resultando en estos casos ser dos menores de edad y una mujer mayor.
"Muchas veces hacían reuniones en las casas, los fieles lo invitaban a comer, a dormir, por lo que compartía muchas cosas. Cuando las chicas se quedaban solas, cometía los abusos", relató el fiscal, a la vez que señaló que Ichu Guaseve actuaba como pastor de un culto religioso que no está oficialmente reconocido.