En algunas religiones de la India, el karma es una energía derivada de los actos individuales de una persona durante toda su vida. Lo que la caracteriza es que esta energía condiciona cada una de sus sucesivas reencarnaciones, hasta que alcanza la perfección. Sin embargo, muchas personas que no pertenecen a una religión creen en el karma.
A pesar de que se trata de un nivel de aprendizaje a lo largo de las vidas sucesivas, en el habla cotidiana, cuando se habla de karma, se utiliza de una forma diferente. Se hace alusión más bien a desafíos o cargas con los que hay que lidiar.
Cómo afecta el karma signo por signo
Aries: que tu elemento sea el fuego te delata porque tu karma es la impulsividad y el enojo. Aunque tu fastidio dure muy poco, mientras sucede hay que dar un paso al costado para no sufrir sus consecuencias que pueden llegar a ser muy negativas. Es mejor que pienses bien antes de decir las cosas. El consejo clave para que puedas lidiar con tu karma es respirar hondo y contar hasta diez.
Tauro: tu karma es quedarte tranquilo con el confort y la comodidad de lo conocido. A veces, incomodarse es lo que hace que uno busque lo mejor y crezca. Tu consejo es que puedas atreverte a explotar nuevos rumbos, aunque sea de a poco.
Géminis: tu karma es que no podés concentrarte y focalizarte en un tema por mucho tiempo. Más bien, tu escucha se pierde a lo largo de una conversación. Esto puede afectar tu forma de vincularte. El consejo clave para vos es que sigas el ritmo en una conversación y escuches con atención.
Cáncer: tu sensibilidad te delata, por eso tu karma es idealizar y añorar el pasado. La nostalgia es buena, pero no es recomendable tenerla en el día a día. Además, podés perder lo que verdaderamente sucedió porque tu cristal rosa del recuerdo no te lo permite. Es momento de que seas práctico y puedas conectarte con el aquí y ahora.
Leo: la diversión es buena, pero tu karma es estar buscándola constantemente, al igual que con el juego. La vida es mejor sonriendo, pero a veces no estás conectado con la realidad al 100%. Tu consejo es que uses tu capacidad de liderazgo para que todos puedan expresarse.
Virgo: tu organización te juega en contra porque tu karma es sobre analizar y racionalizar demás las situaciones que ocurren en tu vida. Por eso, sueles caer en la hipervigilancia y la incapacidad de relajarte y fluir. Tu consejo es que hay cosas que se escapan de vos y no podés modificarlas. Recordá que la paz mental no tiene precio.
Libra: tu indecisión continua es, sin duda alguna, tu karma. Aunque te parezca importante siempre escuchar las dos campanas, es importante que no olvides tu postura genuina sobre un tema. Para que logres el equilibrio, es importante incorporar la autodeterminación y la actitud.
Escorpio: ser uno de los signos más fogosos del zodíaco te lleva a que el karma sea la intensidad. Hay un eterno estado de movilización emocional en tu vida que te puede llegar a hacer sufrir innecesariamente. En consejo es que en la vida los grises a veces son buenos, te hacen más sabio y fuerte.
Sagitario: tu karma es la negación de lo que no te genere placer o agrado. Ser el más aventurero del zodíaco te pone en riesgo, porque ignorás o subestimás las consecuencias que pueden tener algunos planes. Es importante que puedas adoptar una dosis de realidad y pensamiento objetivo para tomar verdadera dimensión de las cosas.
Capricornio: tu karma es la rigidez. La estructuración y organización es buena en la vida y te permite lograr los objetivos, pero es necesario ser un poco más flexible porque te podés llegar a frustrar mucho. Los ejercicios de elongación te pueden ayudar a aflojar el cuerpo y la mente.
Acuario: tu karma es sentirte incomprendido. A veces, no podés llegar a congeniar con los demás porque se sienten amenazados por la corriente. El consejo es que tengas en cuenta que la libertad que amás, implica aceptar la diversidad.
Piscis: tu sensibilidad y la capacidad de ser intuitiva hace que tu karma sea sentir tanto que te perdés en el otro o en una situación. Eso te vuelve muy vulnerable ante los demás. El consejo es que puedas aprender a poner límites sanos en tus rutinas y vida cotidiana.