Es de público conocimiento que todas las personas deberían tener una dieta saludable, equilibrada y variada para ayudar al cuerpo a contar con una buena alimentación. Sin privaciones pero conscientes de qué se ingiere, cada organismo responde de mejor o peor manera a ciertas comidas.
El cuerpo requiere incorporar nutrientes esenciales para su correcto desarrollo, y las personas pueden ayudar a una mejor digestión tan solo siguiendo el consejo de expertos.
Profesionales de la Universidad de Harvard lanzaron un estudio llamado Cell Metabolism en el que hablan de cómo la actividad del organismo se reduce durante la noche y por qué una alimentación pesada podría tener consecuencias, entre ellas el insomnio y el aumento desmedido de peso.
El portal nutricional Mejor con Salud publicó un informe avalado por Karla Henríquez, médica y máster en medicina estética antienvejecimiento, graduada de la Universidad Complutense de Madrid, en el que se explicó cuáles son los alimentos que se deberían evitar por la noche.
Los cinco alimentos que no hay que consumir antes de irse a dormir
El primero son las pastas: a pesar de que el metabolismo de cada persona varía de acuerdo a diferentes características físicas, los expertos sugieren evitar el consumo de pastas ya que la harina se convierte en pesadez.
El segundo grupo está compuesto por los quesos duros y otros grupos lácteos, como los dulces, los postres, el helado, e incluso el chocolate con leche, que podrían generar pesadez estomacal.
Los embutidos de carne roja también están desaconsejados antes de dormir: los especialistas citaron el estudio Aging and Disease en el que aseguran que el consumo elevado de carne roja durante la noche está directamente asociado a un efecto negativo en la duración y calidad del sueño. Por otro lado, sí incentivan la ingesta de pescados o carnes blancas.
La comida ultraprocesada no debería consumirse antes de acostarse debido a su alto contenido calórico y, por esa razón, el tiempo que demora en ser digerida.
Por último, aunque las bebidas con cafeína no impactan directamente en el aumento de peso, sí interfieren en el ritmo cardíaco y podrían generar dificultades a la hora de descansar, explicaron desde El Cronista.