Cómo hacer el bizcochuelo “12 cucharadas”: receta fácil y rápida, ideal para la merienda

Con pocos ingredientes y un paso a paso muy simple, esta receta viral se convirtió en la favorita para acompañar el mate o el café de la tarde.

Cómo hacer el bizcochuelo “12 cucharadas”: receta fácil y rápida, ideal para la merienda
Así se hace para que un bizcochuelo quede esponjoso.

Si hablamos de recetas fáciles y rendidoras, el bizcochuelo “12 cucharadas” se lleva todos los aplausos. Popularizado en TikTok por la cuenta @lapasamoscomiendo, este clásico casero demuestra que no hace falta ser pastelero profesional para preparar algo rico, húmedo y esponjoso.

Con apenas un par de huevos, harina y lo que tengas a mano en tu alacena, podés tener lista una torta ideal para la merienda. Y lo mejor: no lleva ni balanza ni medidores, porque todo se mide con cucharadas.

Esta receta es ideal cuando querés merendar algo rico.
Esta receta es ideal cuando querés merendar algo rico.

Qué ingredientes se necesitan para hacer el bizcochuelo “12 cucharadas”

  • 2 huevos
  • 12 cucharadas de azúcar
  • 12 cucharadas de aceite
  • 12 cucharadas de leche
  • Esencia de vainilla y ralladura de limón o naranja
  • 12 cucharadas de harina leudante(si usás harina común, agregá 2 cucharaditas de polvo de hornear)
  • Azúcar extra para espolvorear por arriba
Así queda el bizcochuelo por dentro.
Así queda el bizcochuelo por dentro.

Paso a paso, cómo preparar el bizcochuelo “12 cucharadas”

  1. En un bowl, rompé los huevos y mezclalos con el azúcar hasta obtener una preparación homogénea.
  2. Sumá el aceite y seguí batiendo para integrar bien.
  3. Agregá la leche, la esencia y la ralladura de cítrico a elección. Mezclá nuevamente.
  4. Incorporá la harina (y el polvo de hornear si no usás leudante) de a poco, integrando con movimientos envolventes.
  5. Pasá la mezcla a un molde enmantecado y enharinado. Espolvoreá un poco de azúcar por encima para lograr un crocante extra.
  6. Llevá al horno medio (180 °C) durante 20 a 30 minutos, o hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio.

El resultado es un bizcochuelo dorado, húmedo y aireado que se adapta a todos los gustos. Podés comerlo solo, con un buen mate o café, o incluso rellenarlo con dulce de leche o crema si querés llevarlo al siguiente nivel.