“Le Blé”, que en francés significa “el trigo”, es mucho más que un nombre; es el corazón de un sueño gastronómico que floreció en 2008 y que, doce años después, se ha consolidado como un referente de la panadería y cafetería en la ciudad. Para estas Fiestas, la clásica cadena de cafeterías lanzó su propio pan dulce.

Novedad de Fin de Año: El Pan Dulce de Chocolate
De cara a las celebraciones, Le Blé introduce una tentadora versión moderna de un clásico de fin de año: el Pan Dulce con Chips de Chocolate. Se describe como una masa suave, aireada y delicadamente perfumada, enriquecida con chips de chocolate que garantizan dulzura y textura en cada bocado.
Este detalle gastronómico, ideal para la mesa o para regalar, tiene un precio de $18.500.
Dónde Encontrarlo
El Pan Dulce con Chips de Chocolate se encuentra disponible en gran parte de sus sucursales, incluyendo direcciones emblemáticas como:
- O’ Higgins 2930
- Soldado de la Independencia 1216
- Honduras 4109
- Beruti 3887
- Cabello 3460
- 3 de Febrero 1059
- Céspedes 3148
- Rodríguez Peña 1381
- Uruguay 1199
- Av. Santa Fe 1725
- Roque Sáenz Peña 484
- Av. Libertador 6661
- Ciudad de la Paz 2701
- Av. Juramento 1478
- Av. Melián 3990
La historia de Le Blé
El emprendimiento, fruto de la visión del argentino Paul Petrelli y la belga Donatienne Fievet, fusiona la sofisticación con la calidez, logrando un ambiente descontracturado en cada esquina de Buenos Aires que ocupa. Actualmente, cuenta con 33 acogedoras sucursales distribuidas estratégicamente en la Capital y la zona norte del Gran Buenos Aires.
El gran diferencial de Le Blé reside en su apuesta por los desayunos y meriendas a medida, junto con almuerzos abundantes y caseros. La propuesta invita a un viaje sensorial con clásicos que rinden homenaje a sus orígenes y a la calidad de su materia prima.
Entre los favoritos indiscutidos se encuentran las famosas tostadas belgas, el bagel, la baguette, el pan de campo y el clásico croissant. Todo esto se disfruta en una ambientación distintiva, con vajilla hecha a medida y el icónico tazón donde se sirve el café con leche, ideal para sumergirse en la calidez de su propuesta. La intención de los fundadores es clara: transmitir la pasión por el buen pan y el contacto con las raíces.



















