Es rico, húmedo, con sabor a chocolate y... ¡calentito! Si además le sumamos la expectativa que le genera a nuestros invitados partir el volcán para ver como el chocolate inunda sus platos, podemos acordar que se trata del postre de invierno... ¡perfecto!
Aunque a simple vista parece una receta muy complicada, el único secreto de elaboración es prestar atención a la cantidad de minutos de cocción. Si nos pasamos un poco de horno, puede parecer un brownie. Y si nos quedamos cortos de tiempo, va a quedar líquido. Asi que... ¡a practicar!
Ingredientes
4 huevos
4 yemas de huevo
80 gr de azúcar
220 gr de chocolate
220 gr de manteca
60 gr de harina
Procedimiento:
1) Precalentamos el horno a 220º.
2) Colocamos en un bol los huevos junto a las yemas y el azúcar. Batimos bien con un batidor metálico.
3) Preparamos un baño maría, colocamos en el la manteca y el chocolate picado. Revolvemos hasta que se funda en una crema de chocolate.
4) Apartamos del fuego, untamos con mantequilla los moldes a utilizar (pueden ser flaneras individuales) y les espolvoreamos un poco de harina. Esto facilita el desmoldado de los volcanes al final.
5) Volcamos el chocolate fundido en la mezcla de huevo batido y revolvemos hasta integrar todo.
6) Añadimos la harina tamizándola y mezclamos también, esto hay que hacerlo suave y en un par de minutos lo tendremos integrado perfectamente.
7) Rellenamos los moldes, llenándolos dos tercios de su capacidad. Hay que tener en cuenta que en el horno crecen y no queremos que el volcán explote.
8) Horneamos a 220º durante 5 minutos.
9) El último paso es sacar del horno, desmoldarlos y comerlos calentitos.