Lucía Maidana, una de las 22 participantes que ingresaron a la casa de Gran Hermano 2024. A tan solo una semana del comienzo del reality, la joven salteña ha abierto su corazón ante sus compañeros y compartido detalles conmovedores sobre su vida personal, los conflictos familiares que atraviesa debido a su relación con una chica y las experiencias difíciles que atravesó con su orientación sexual.
Con 22 años y originaria de Salta, Lucía se presenta como futbolista profesional, proveniente de una familia tradicional y católica con diez hermanos, incluyendo tres pares de gemelos. Además, lleva una relación sentimental con Virginia, su novia desde hace cuatro años.
En su presentación para Gran Hermano 2024, Lucía destacó la tradicionalidad y religiosidad de su familia. Sin embargo, en una conversación con Rosina, reveló los desafíos que enfrenta debido a su orientación sexual. Lucía expresó que su familia, arraigada en fuertes creencias religiosas, presenta dificultades para aceptar su relación con Virginia.
El conflicto se hizo evidente cuando la participante de Gran Hermano compartió que su novia no es bienvenida en su hogar, a diferencia de las parejas de sus hermanas, que participan en reuniones familiares y asados. Lucía confesó con dolor: “Yo soy la única boluda que no puede.”
En otra ocasión, Lucía compartió más detalles sobre el conflicto familiar. Reveló que su padre ha confrontado a su novia y que la situación se torna tensa, comparándola con enfrentarse a un militar.
Además, Lucía abordó el tema de los centros de conversión, lugares que supuestamente buscan cambiar la orientación sexual de las personas. Relató con angustia la participante de Gran Hermano: “A mí me quisieron enviar con una psicóloga de España que te curaba. Me dijeron con electroshock.”
La historia de Lucía se complica aún más cuando reveló aspectos de la élite a la que su familia pertenece. Dentro de la casa de Gran Hermano describió un ritual de presentación a los 15 años en el que solo los hombres pueden ser socios del club y mencionó un baile para conocer a futuras parejas.
¿Qué es la terapia de conversión de la que habló Lucía de Gran Hermano 2024?
La terapia de conversión, también conocida como terapia de reorientación sexual o terapia reparativa, que mencionó Lucía en Gran Hermano es un conjunto de prácticas y métodos destinados a cambiar la orientación sexual de una persona, generalmente de homosexual o bisexual a heterosexual. Es importante destacar que la terapia de conversión es ampliamente desacreditada y considerada como éticamente cuestionable por las principales organizaciones de salud mental y médicas.
La gran mayoría de las asociaciones psicológicas y médicas importantes, como la Asociación Americana de Psicología (APA) y la Asociación Psiquiátrica Americana, han afirmado que la orientación sexual no es una enfermedad y que cualquier intento de cambiarla puede ser perjudicial para la salud mental de la persona. La terapia de conversión ha sido asociada con efectos negativos, incluyendo angustia psicológica, depresión, ansiedad y, en algunos casos, incluso suicidio.
Varios países y estados han implementado prohibiciones legales o restricciones en la práctica de la terapia de conversión, reconociendo sus riesgos y la falta de base científica. En muchos lugares, estas prácticas se consideran inseguras y no éticas, y algunos profesionales pueden enfrentar consecuencias legales por ofrecer este tipo de terapia. La aceptación y el apoyo a la diversidad sexual y de género son enfoques más respaldados por la comunidad médica y de salud mental para promover la salud y el bienestar de las personas LGBTQ+.
¿En Argentina se práctica este tipo de terapia que mencionó la participante de Gran Hermano?
Las terapias de conversión se practican en Argentina, pero están prohibidas por ley. Sin embargo, hay organizaciones que las siguen ofreciendo. Estas organizaciones suelen ser religiosas y creen que la homosexualidad es un trastorno que puede curarse.
Las terapias de conversión pueden incluir una variedad de métodos, como:
- Psicoterapia: Los terapeutas pueden intentar convencer a los pacientes de que su orientación sexual es una elección y que pueden cambiarla.
- Religión: Los pastores o rabinos pueden intentar convencer a los pacientes de que la homosexualidad es un pecado y que deben arrepentirse.
- Medicinas: Algunos terapeutas pueden recetar medicamentos que pretenden reducir la libido o el deseo sexual.
Las terapias de conversión han sido ampliamente condenadas por la comunidad científica y médica. No hay evidencia científica que respalde su eficacia y, de hecho, se han relacionado con una serie de efectos negativos, como:
- Depresión: Las personas que se someten a terapias de conversión pueden experimentar depresión, ansiedad y baja autoestima.
- Intentos de suicidio: Las personas que se someten a terapias de conversión tienen un mayor riesgo de intentar suicidarse.
- Aislamiento social: Las personas que se someten a terapias de conversión pueden aislarse de sus amigos y familiares.
En 2010, Argentina aprobó la Ley Nacional de Salud Mental, que prohíbe las terapias de conversión. Sin embargo, esta ley no ha sido efectiva para detener la práctica.
En 2022, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó un proyecto de ley que prohibiría explícitamente las terapias de conversión. Sin embargo, el proyecto aún debe ser aprobado por el Senado.
