El estilo de Matilda, la hija de Luciana Salazar, sirve de inspiración no solo para recrear sus looks sino para todo lo que tiene que ver con la decoración de su habitación o, como en este caso, su cuarto diseñado para juegos.
Se trata de una encantadora habitación de juegos para una niña decorada en tonos blancos y rosas. Las paredes están pintadas de un blanco brillante que ilumina el ambiente. Hay detalles en tonos rosa pastel dispersos, que agregan un toque de dulzura.
Así es el encantado cuarto de juegos de Matilda
En un rincón de la habitación, se encuentra una acogedora área de juegos con una carpa suave en tono beige con rosa claro, perfecta para sentarse y jugar con diversos juguetes, seguramente como muñecas, peluches y bloques de construcción.
En una pared, se destaca una cocina rosa con algunas repisas en diferentes alturas en tono blanco. Al lado de esta cocina de juguete, hay una pequeña mesa y sillas en tonos blancos y rosas, perfectas para que Matilda dibuje, pinte o disfrute de meriendas y fiesta de tés sola o con invitados.
Cerca a la gran ventana con mallas de seguridad está una bateria de juguete, ya que Matilda ha demostrado su amor por la música en varias oportunidades en clases de canto y acompañada por un piano. Las cortinas son de encaje blanco, permitiendo que la luz natural se filtre suavemente.
La habitación también cuenta con elementos decorativos como cuadros con motivos infantiles en tonos rosa y blanco, muy representativos del amor que Luciana tiene por la moda y que ha inculcado en Matilda desde muy pequeña, ya que ella es toda una fashionista.
Antes de este cuarto, Matilda ya había tenido una casa de juegos propia en el jardín de la casa de Luciana Salazar en Nordelta. Pero esta habitación fue adaptada para la nena ya que su día a día lo vive en su departamento en el Chateau Libertador.