Las uñas ideales tanto en las manos, como en los pies, presentan un aspecto sólido, un tono ligeramente rosado y una superficie uniforme. Aunque esto no es una constante, esta área del cuerpo, conocida técnicamente como placa ungueal, puede manifestar una variedad de problemas de salud.
Es importante prestar atención a los cambios de color, la aparición de manchas y otros componentes que sirven de alerta para muchas enfermedades. Cuando esto ocurre, lo recomendable es buscar un dermatólogo para que evalúe individualmente cada caso y realice exámenes como hemogramas y otros que pueda determinar el médico.
Las 8 cosas que tus uñas te pueden estar diciendo sobre tu salud
Los diagnósticos sólo pueden proceder, por supuesto, de los profesionales médicos. Por eso, quien note cambios en las uñas, debe consultar con un dermatólogo o dermatóloga para tener un panorama claro.
“Cuanto antes esto suceda, probablemente con mayor velocidad podrá ponerse en marcha un tratamiento que aliviará eventuales molestias al paciente”, detalló la dermatóloga Marion Moers-Carpi. Algunas alteraciones pueden ser inofensivas, pero otras pueden ser más graves.
- Aparecen puntitos blanquecinos en la lámina ungueal (capa de queratina que protege el dorso de los extremos distales de los dedos). Suele ser inofensivo y a veces esto indica una deficiencia de calcio.
- Cambio de color de la lúnula (la media luna situada en la unión entre la raíz de la uña y la piel del dedo). Si hay una decoloración en la lúnula y es más bien rosada podría haber un problema cardíaco que está afectando al suministro de oxígeno a la luna ungueal. Una decoloración marrón puede indicar que hay demasiado flúor en el organismo.
- Las uñas son quebradizas en la parte delantera o presentan pequeñas grietas. Esto podría señalar una carencia de biotina. La biotina es una vitamina que se encuentra, por ejemplo, en la soja, la avena o los productos lácteos.
- Las uñas no crecen o son quebradizas. Esto podría indicar que el cuerpo no cuenta con suficiente vitamina B12, que se encuentra casi exclusivamente en los alimentos de origen animal.
- Zonas o manchas de color marrón o amarillento. Puede ser un indicio de hongos en las uñas. Sobre todo si la uña también parece podrida y desmenuzada en la parte exterior.
- La uña tiene manchas marrones o está engrosada. Puede señalizar que detrás de la uña posiblemente se encuentre un melanoma maligno, o sea que se formó un cáncer de piel negro o blanco.
- La uña se tiñe de negro. Puede tratarse del llamado hematoma subungueal, un hematoma como consecuencia de una herida. La coloración negra parece terrible al principio, pero si se mira con lupa se ve que es roja. Esta coloración suele ser inofensiva y permanece hasta que la uña vuelve a crecer.
- Surcos longitudinales o transversales en las uñas. En la mayoría de la gente están determinados genéticamente o son un signo de la edad. Por lo general son inofensivos.
¿Cómo vuelve a embellecerse la uña?
Esto lógicamente depende de la causa de la alteración. En caso de que el diagnóstico médico sea, por ejemplo un hongo en la uña, entonces alcanzará con colocarse una laca especial.
A menos que la uña esté tomada en un 100 por ciento por el hongo. Si este fuera el panorama, entonces los pacientes deberán complementar el tratamiento tomando comprimidos.
El médico puede averiguar mediante un análisis de sangre si los cambios en el aspecto de las uñas se deben realmente a una carencia de calcio o vitaminas y, en ese caso, recetar comprimidos, de ser necesario.
En tanto, contra las uñas quebradizas existe un método casero altamente efectivo: aplicar en las uñas aceite de almendras, de venta en farmacias, todas las noches durante ocho semanas, recomendó Moers-Carpi.
¿Pueden desprenderse uñas y luego volver a crecer nuevas?
Supongamos que se aprieta una uña con la puerta del auto, o la del ropero, o se le cae un cajón de la cómoda sobre el pie. “Entonces la uña afectada puede ennegrecerse, porque se acumula mucha sangre en el punto lesionado. Como resultado, la uña puede engrosarse. A veces el médico debe hacer un orificio en la uña para que la sangre pueda drenar.
En otras ocasiones sucede que la uña se desprende. Pero no hay que preocuparse por eso. Por lo general, una uña nueva vuelve a crecer lenta y bellamente.