En la mañana del 18 de marzo, una noticia sacudió al mundo del espectáculo. Antonio Gasalla, el humorista detrás de los personajes de “La Abuela” o “Mamá Cora”, falleció a los 84 años tras algunas complicaciones con su salud.

“Se fue un Amigo, un irrepetible con el que compartimos los comienzos, los tropiezos y alguno que otro triunfo. Donde estés ahora sigue creando, sigue haciendo reír y pensar. Compañero de andanzas, ya se te extraña”, aseveró Nacha Guevara sobre la muerte de Gasalla.
El actor fue velado por su círculo más cercado en el teatro Maipo y luego fue sepultado en el Parque Memorial de Pilar. Sin embargo, previo al traslado de su cuerpo, la familia pasó por un momento peculiar e hilarante.
La última despedida de Antonio Gasalla con un toque de humor
El suceso fue relatado por el periodista Adrián Pallares en el programa de Intrusos. Ahí, adelantó que la familia tuvo un momento similar a la película Esperando la Carroza: dos cocherías estaban buscando el cuerpo del humorista al mismo tiempo.
"Voy a contar algo que es casi tragicómico (...) Anoche me contaban que Antonio Gasalla tuvo su propio Esperando la Carroza porque cuando fallece su hermano y su cuñada estaban un poco abrumados por todo esto y piden ayuda por el tema de la cochería", comenzó diciendo el periodista.
Seguidamente, relató que el hermano de Gasalla fue testigo de cómo se generó una confusión entre la Asociación Argentina de Actores y la otra compañía de cocherías. “Van a la cochería clásica de la Asociación Argentina de Actores, que está en la calle Córdoba, y se arregla todo ahí, pero en el medio de esta situación, que parece un chiste, llaman a la cuñada de Antonio y le dicen que otra cochería estaba yendo a buscar el cuerpo”, acentuó.

“Son testigos su hermano Carlos y Carlos Rottemberg que desde la Asociación Argentina de Actores llamaban para saber a cuál cochería se lo llevaban (...) Cuando vos entregás los papeles a una, esa es en la que se queda, entonces hubo que arrebatarle a esa cochería que había entrado por la ventana. En ese momento de tanta tristeza tuvo su Esperando la Carroza, como en la película que se decía ‘sí, la velamos, no la velamos’. Eso es lo que vivieron sus familiares, que hasta en ese momento esbozaron una sonrisa”, cerró Adrián Pallares sobre el peculiar momento.