- Blanca Vicuña, la hija mayor de Benjamín Vicuña y Carolina “Pampita” Ardohain, falleció el 8 de septiembre de 2012 a los 6 años de edad.
- Benjamín Vicuña recuerda a su hija todos los días 8 de cada mes. Esta vez, lo hizo desde México, donde Blanca se habría contagiado de la bacteria durante unas vacaciones familiares.
- En un conmovedor mensaje publicado en sus historias de Instagram, Vicuña recordó a su hija, habló del poder de los pensamientos y del trauma.
El 8 de septiembre de 2012 marcó el trágico fallecimiento de Blanca, la primogénita de Benjamín Vicuña y Carolina “Pampita” Ardohain. La niña perdió la vida debido a una infección que se desarrolló tras contraer una bacteria durante unas vacaciones familiares en México. Sus padres la recuerdan siempre y comparten a menudo con sus seguidores detalles sobre la pequeña.
Este 8 de octubre, Benjamín Vicuña recordó a su hija desde México, donde Blanca pasó sus últimas vacaciones en familia y donde todo habría comenzado. El actor publicó en sus historias de Instagram una foto de un ramo de flores blancas con un fondo de árboles y el cielo. Junto, compartió un conmovedor mensaje.
El conmovedor mensaje de Benjamín Vicuña para Blanca
“El poder de los pensamientos. Cómo gobernar las ideas y los recuerdos. Cómo administrar la melancolía cuando invade por todos los sentidos. Estoy en México trabajando y de paso superando un trauma, un antes y un después en la vida”, comenzó.
Luego, contó: “Hoy es 8. Toda esta semana estuve somatizando, tuve amigdalitis mal, me corté y debieron suturarme. En un momento, le dije al doctor ‘¿Sabés? En México fueron las vacaciones más lindas de mi vida y las últimas para mi hija Blanca, que al llegar a Chile, murió a la semana”.
“Entendí que mi garganta explotaba por eso, que mi cabeza volaba entre escenas pasadas y acento neutro, que el paisaje me llevaba como un vehículo a un lugar hermoso pero doloroso. Así es nuestro corazón, más complejo de lo que creen los cardiólogos; así son los recuerdos, más complejos de lo que creen los psicólogos, y así es la vida, un viaje de ida que no termina de sorprendernos por la fuerza y belleza de sus revelaciones”, concluyó.