Daniela Celis, ex participante de Gran Hermano, tomó una decisión firme y consciente sobre la crianza de sus hijas gemelas, Laia y Aimé. Junto a su pareja, Thiago Medina, implementó una estricta política de “cero pantallas” en su hogar. Esta decisión, motivada por el deseo de brindar una crianza más humana y conectada, generó admiración y curiosidad.
Mamá de Laia y Aimé, Daniela está embobada con sus hijas y las protege a sol y sombra. Las bebas son muy chiquitas y por eso la ex Gran Hermano tomó la tajante decisión de que todo el mundo que los visite en su casa tiene que cumplir a rajatabla. Thiago, por su parte, está de acuerdo con la postura de Daniela y la banca.
En una entrevista con para la revista Pronto, Daniela explicó cómo esta decisión surgió desde el embarazo: “Nosotros no queremos que las nenas duerman todo el día y por eso las estimulamos, les cantamos, les hablamos. Les damos mucha atención y en casa hay una política de cero pantallas”.
Daniela y Thiago se pusieron de acuerdo en la práctica de una crianza de “cero pantallas”
Daniela y Thiago acordaron esta política antes del nacimiento de las niñas, tras investigar y leer sobre las recomendaciones de varios pediatras. “En casa decidimos que las nenas no tengan contacto con ninguna pantalla y mínimo queremos respetar este objetivo por todo un año, aunque lo ideal serían dos. Las criamos así y veremos cómo sigue todo después de que cumplan los dos años. Sin pantallas me refiero a que no haya música de videoclips, nada de películas ni televisión ni tablets. Y mucho menos celulares”, explicó Daniela.
Esta crianza sin pantallas implica que ni siquiera se realizan videollamadas con las niñas. Daniela enfatizó: “Les queremos dar una crianza con mucha atención humana, sin máquinas y ni siquiera dejamos que ellas nos vean con el teléfono. Cuando estamos con las nenas, ni siquiera tocamos los teléfonos. No queremos que tengan en su memoria la imagen de los padres metidos en un cuadrado con luces que ellas ni saben lo que es”.
Esta modalidad se convirtió en una dinámica familiar que se respeta en la casa de Daniela Celis
La implementación de esta política también fue comunicada a su entorno cercano. La madre de Daniela, Silvia, que se mudó con ellos, está completamente alineada con esta decisión. “Cuando mi mamá se mudó a vivir con nosotros, le contamos cómo iba a ser la dinámica de crianza y estuvo súper de acuerdo. Todos los que nos van a visitar a nuestra casa saben que no tienen que estar todo el tiempo con el teléfono si están con las nenas. Eso está prohibido”.
Daniela y Thiago creen firmemente que esta política beneficiará el desarrollo de sus hijas, permitiéndoles crecer en un ambiente lleno de atención y estímulos humanos. La decisión de mantener un hogar libre de pantallas, al menos durante los primeros años de vida de Laia y Aimé, es una apuesta por una crianza más conectada y consciente.