Thierry Jean Neuville parecía uno de esos llamados “campeones sin corona”, que el automovilismo deportivo tiene en su rica historia. Sin embargo, después de casi 15 años en el Campeonato Mundial de Rally (WRC), logró su largamente merecido título.
En Japón, donde se completó la temporada del WRC, había solo dos contrincantes con chances matemáticas, el propio Neuville y su compañero de Hyundai, Ott Tanak.
Tras sufrir un percance en su Hyundai, que evidenciaba falta de potencia, el belga quedó 15° antes de las dos últimas jornadas. Su equipo revisó el coche y salió a remontar. El domingo, cuando se corría la vigésima prueba especial, un error de Tanak dio automáticamente el título a Neuville.
Neuville, campeón mundial de Rally: “Traté de no rendirme, como siempre”
Si algo caracteriza a Neuville, de 36 años, es la perseverancia. “Si tuviera qué decir qué me trajo hasta aquí, hasta haber podido lograr el título, ha sido mi constancia, el trabajo duro y el apoyo de mi equipo”, aseguró el belga.
Tras tres años en el IRC (Intercontinental Rally Challenge), saltó al WRC. Después de un año (2011) en el equipo Junior de Citroën, ya dentro de la clase mayor, pasó a Ford, marca con la que obtuvo un subcampeonato. Poco tiempo después, pasó a Hyundai, escudería con la que lleva 21 victorias. La primera fue en Alemania 2014 sobre asfalto, la superficie en la que mejor se desenvolvía.
Todos sus triunfos fueron con la casa coreana. El destino indicaba que el título tenía que darse con la marca en la tierra del Sol naciente. Sin embargo, perdió el campeonato de Constructores frente a Toyota.
Neuville, que ganó el Rally de Argentina en la provincia de Córdoba en 2017 y 2019, se inició en el campeonato belga de Rally, el certamen en el que aprendió a ir tan bien en asfalto, y con distintas condiciones climáticas, típicas de su país.
Con el tiempo, en el WRC, su destreza se expandió también a la tierra, la nieve y el hielo (tiene victorias tanto en Suecia como en Montecarlo). No por nada alcanzó cuatro subcampeonatos antes de coronarse, por fin, como el mejor del planeta.