Por las celebraciones del Año Nuevo, dos personas debieron ser asistidas en el Instituto del Quemado en Córdoba. Un tendencia que sigue en baja en los últimos años, a raíz de la prohibición de uso de fuegos artificiales, y más allá de la proliferación de fiestas clandestinas.
Las personas resultaron heridas durante la madrugada del 1 de enero y se trata de un joven de 15 años y una mujer de unos 50. En ambos casos, se trata de lesiones superficiales y no revisten gravedad, por lo que fueron dados de alta.
El adolescente sufrió quemaduras en una de sus manos luego de haber manipulado un “tres tiros”, como se conoce a este elemento de pirotecnia. Mientras que en el caso de la mujer se prendió fuego su pollera.
El doctor Carlos Manoukian, integrante del staff médico del instituto, consideró que más allá del número bajo, se utilizó más pirotecnia que en las fiestas navideñas, en las que solo se reportó un herido (una adolescente de 17 años con quemaduras en la mano).
