Por Marcelo Chaijale
Yamila Nizetich es simplemente Yas. Yas es la cordobesa capitana de la Selección argentina de voley, Las Panteras.
Lleva once largos años jugando en Europa, y no para. Pasó por España, Alemania, Francia y los últimos cuatro en Turquía, mientras en la próxima temporada lo hará en la Liga de Italia, defendiendo los colores del Volley Pesaro.
Mientras se recupera de la lesión de la rodilla derecha, que la dejó afuera de los últimos partidos del seleccionado nacional, Yas disfrutó de unos días en Córdoba, junto a su familia, y no paró un segundo.
"A full me la pasé, yendo y viniendo de un lado al otro", cuenta Nizetich a Día a Día, ya otra vez instalada en Buenos Aires, en los días previos a iniciar una nueva aventura europea. La recuperación de la dolencia "viene bien", dice.
Yas no estará en el próximo compromiso de la Selección, el Sudamericano (13 al 19 de agosto venidero) pero si en el Premundial, que se jugará en octubre próximo (del 11 al 15) en Perú, justo en el comienzo de la Liga Italiana.
"Me voy a perder la primera jornada en Italia, pero como es una fecha de la Federación Internacional, clasificatorio para el Mundial, no tendré trabas para jugar con la Selección", cuenta Yamila.
El seleccionado nacional es lo más importante, desde siempre, para Yas.
Tenía 14 años cuando se puso por primera vez la camiseta argentina y no la deja por nada. Siempre se hace tiempo para defenderla.
Desde 2011 es la capitana de Las Panteras.
“A la Selección la llevo en el alma y perderme los últimos partidos me dolió mucho. Desde que empecé, a los 14 años, nunca me perdí un partido por lesión. Me hace mal ver los partidos por tele, me pone muy nerviosa... Quería estar con las chicas”, confiesa la cordobesa de 28 años.
PROFESIONAL Y AMATEUR.
Yas tiene conocimiento, y mucho, para hablar del amateurismo del voley femenino argentino y el profesionalismo de Europa. “Es el agua y el aceite”, grafica.
“Salvando las distancias, las Ligas europeas son como el fútbol o la NBA. Los clubes están al 100 por ciento a disposición de las jugadoras. Es abismal la diferencia entre Europa y acá. Personal y profesional el crecimiento es muy grande”, cuenta Nizetich, quien llegó a los 17 años al voley europeo.
“San Lorenzo y Boca por ahí pagan algo acá, pero lo mismo las chicas tienen que trabajar o estudiar”, agregó la cordobesa.
“De la camada que estuvimos en los Juegos Olímpicos de Río 2016, todas jugábamos afuera. Ahora estamos más en el recambio, y todavía hay varias chicas que no se fueron. Nosotras estamos metiendo ficha para que se vayan, las aconsejamos donde está bueno irse, que mercado es mejor”, resalta Yas.
Nizetich habla de los Juegos Olímpicos del año pasado como “lo máximo” que vivió la Selección. La llegada a Río 2016 fue una clara muestra del crecimiento del voley femenino nacional.
“El nivel del voley argentinos creció mucho, dimos un gran salto de calidad”, cuenta la cordobesa.
Y profundiza: “De dos o tres jugadoras que antes había en Europa, ahora somos muchas más.
“Por el nivel que tiene, Argentina es respetada. A nivel mundial se la estudia mucho a la Selección. En los últimos cinco o seis años llegamos al Grand Prix, los Juegos Olímpicos, el Mundial de Italia...”, completa con orgullo la capitana cordobesa de la Argentina.
Simplemente Yas.
CAMPUS EN CASA. Yas Nizetich encabezó durante en su estadía en Córdoba un campus en "su" club, Banco Nación.
JUGARÁ POR PRIMERA VEZ EN ITALIA; EN PESARO
En más de 10 años jugando en Europa, la cordobesa Yamila Nizetich jugará por primera vez en la Liga Italiana.
En la próxima temporada, que comenzará en octubre venidero, Yas se pondrá la camiseta del Volley Pesaro.
“Está volviendo, la Liga italiana había caído mucho, pero volvió el dinero, está volviendo a ser”, destaca Nizetich de su nuevo destino deportivo.
"Hay buenos fichajes, buenas extranjeras, con nivel europeo", agregó la cordobesa a Día a Día. "Es un buen cambio el que decidí", sostiene.
El pase de Yas a Italia la “separará” de su esposo Pablo Griboff, quien seguirá en Turquía, donde se desempeña como preparador físico. “Va a ser la primera vez que estamos separados”, completa Nizetich.