Una creciente de un metro ingresó esta mañana al río San Antonio, a la altura de Cuesta Blanca, y fue recibida como una noticia alentadora en medio de la crisis hídrica que atraviesa la cuenca del lago San Roque. El incremento del caudal se produjo tras las lluvias acumuladas durante las últimas horas en distintos puntos del Valle de Punilla, que aportaron un volumen significativo al sistema hídrico serrano.
La creciente se suma a una serie de precipitaciones irregulares registradas durante la semana, en un contexto marcado por el Alerta Naranja vigente en el servicio municipal de agua potable debido a los bajos niveles del embalse y la prolongada sequía.
El fenómeno ocurre en un fin de semana en el que se anticipa clima inestable en las sierras de Córdoba, con probabilidad de chaparrones y tormentas aisladas, especialmente en zonas altas del valle. Aun así, las temperaturas continúan elevadas, con máximas cercanas a los 30 grados, dando lugar a una combinación de calor, humedad y variabilidad típica del cierre de noviembre.
Si bien el aporte hídrico representa un alivio parcial, los especialistas señalan que se necesitarán nuevas lluvias sostenidas para mejorar de manera más significativa la situación en la cuenca del San Roque.
