Quebrada de Luna: un rincón oculto del Valle de Punilla que invita al descanso y la conexión con la naturaleza

A pocos kilómetros de Capilla del Monte, un lugar donde la naturaleza se conserva en estado puro y el tiempo parece detenerse.

Quebrada de Luna: un rincón oculto del Valle de Punilla que invita al descanso y la conexión con la naturaleza
"Los Terrones"

Ubicada entre Charbonier y Capilla del Monte, Quebrada de Luna se consolida como uno de los destinos más singulares y silenciosos del norte del Valle de Punilla, un espacio donde la naturaleza se conserva en estado puro y el tiempo parece detenerse. Con sus formaciones rocosas, arroyos de agua cristalina y panorámicas serranas, este paraje cordobés se convierte en una alternativa ideal para quienes buscan desconectarse del ruido urbano y disfrutar de la calma del monte.

Situada a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, Quebrada de Luna pertenece administrativamente a la comuna de Charbonier y se accede por la Ruta Provincial 17, a pocos kilómetros de la Ruta Nacional 38. El pequeño poblado, de casas dispersas y escasos habitantes, ofrece un paisaje de montaña árida, con senderos naturales y vertientes que alimentan arroyos serranos.

El entorno se destaca por su imponente marco natural, dominado por formaciones geológicas rojizas conocidas como “Los Terrones”, un conjunto de rocas erosionadas que remiten a escenarios de parques naturales del norte argentino. Desde distintos puntos del camino se pueden observar el Cerro Uritorco, las Gemelas y otras elevaciones características del noroeste cordobés.

A pesar de su limitada infraestructura turística, Quebrada de Luna ofrece una experiencia auténtica. Algunas cabañas, hospedajes rurales y campings reciben a visitantes que buscan tranquilidad, caminatas entre el monte o jornadas de meditación. El acceso principal es de ripio y, en épocas de lluvia, puede requerir precaución o vehículos adecuados.

El área es también escenario de prácticas espirituales y actividades vinculadas con la contemplación, la fotografía y el turismo alternativo. Sus vertientes naturales y la biodiversidad del entorno hacen de este rincón de Punilla un espacio de alto valor ambiental y paisajístico.

Con su belleza agreste, su paz inalterada y su entorno natural intacto, Quebrada de Luna se posiciona como un refugio para quienes desean reencontrarse con la naturaleza y descubrir uno de los secretos mejor guardados del norte cordobés.