Las intensas precipitaciones de octubre y noviembre llevaron al embalse San Roque a alcanzar su capacidad máxima, superando la cota del vertedero fijada en 35,30 metros.
Este fenómeno, además de garantizar recursos hídricos para el verano, activa los protocolos de apertura de las válvulas del dique, una medida necesaria para liberar el excedente de agua y prevenir desbordes.
La liberación del agua, conocida como “la cola de novia”, se traduce en una majestuosa cortina de espuma y agua que cae con fuerza sobre el paredón del dique. Este espectáculo natural, cuyo nombre proviene de su semejanza con la cola de un vestido de novia, es un ícono visual que atrae tanto a turistas como a locales, maravillados por la imponente cascada blanca.
Con la llegada del verano y posibles nuevas lluvias, el espectáculo podría repetirse, destacando nuevamente al San Roque como uno de los grandes atractivos naturales de Villa Carlos Paz.