No es una tarea sencilla. Elegir un par de anteojos siempre tiene sus inconvenientes. La forma de nuestro rostro, el tamaño, los colores y el marco son algunas de las cosas que hay que tener en cuenta a la hora de optar por unos lentes.
¿Cómo hacer para que la búsqueda sea más sencilla? Desde Opticazul recomiendan algunos tips para que todo resulte como queremos. Es que ese lugar cuenta con una guía muy práctica para encontrar esos anteojos que mejor se adaptan a nuestro rostro, los cuales los dividen en:
- Rostro rectangular: como existe un amplio espacio entre la frente y la mandíbula, conviene elegir marcos cuadrados que cubran el alto del rostro y de colores profundos, porque minimizan la atención sobre la forma facial.
- Rostro cuadrado: son aconsejables lentes redondeados u ovalados y marcos que suavicen la forma. Ojo, ¡redondeados, pero no redondos!
- Rostro triangular: convienen lentes de forma cuadrada y redonda, y los marcos anchos y gruesos.
- Rostro ovalado: los que tengan esta forma de cara pueden experimentar con diferentes estilos y tamaños. Sin embargo, el tamaño del anteojo debe ser proporcional con respecto al del rostro.
- Rostro redondo: los anteojos que mejor van son los que tienen curvas naturales que encierran al ojo con mayor exactitud y que tienden a formar más un cuadrado que un círculo. Hay que evitar los que son totalmente rectos o con filos. La mejor opción son lentes con espesores gruesos y amplios de tamaño.
- Rostro tipo "diamante": si los pómulos son pronunciados y la frente y la pera estrechas, los lentes que van a favorecernos más son los ovalados porque suavizan el contorno del rostro.
Otras características. Los colores también son importantes. Algunos iluminan más la cara, como los pasteles, porque tienen más que ver con los tonos de la piel y son mucho más favorables que un anteojo de marco negro. Pero además hay que considerar los rasgos e imperfecciones de la piel. En este último caso, se recomienda optar por anteojos de colores claros, como lila o nude, porque los más oscuros las van a resaltar.
Pero también hay que tener en cuenta el tamaño del anteojo. Esto está directamente relacionado con el cuerpo, y no solamente con el de la cara. Por ejemplo, si una persona es menudita los anteojos deberían ser más bien chicos para que haya cierta armonía con el resto del cuerpo.
Después de estar todo el día con los anteojos puestos es inevitable que nos quede esa marquita molesta en la nariz, especialmente si tenemos un tabique muy delgado o la piel muy sensible. En ese caso, lo más aconsejable es buscar lentes muy livianos.
"Los anteojos tienen que integrarse a la vida de la persona, hacerle la vida más fácil. Lo apasionante de esto es proponer soluciones para ver mejor y también para verse mejor", aseguran desde Opticazul.
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