El cáncer de próstata es el tumor visceral más frecuente en el hombre. De acuerdo a la Sociedad Americana de Cáncer, anualmente se diagnostican unos 200.000 casos de tumores prostáticos nos contaron desde laboratorios ByOMed.
Por eso es fundamental que todo hombre, a partir de los 50 años, consulte con un urólogo, al menos una vez al año.
En rigor, la próstata es una de las glándulas sexuales masculinas. Se encarga de nutrir a los espermatozoides provenientes de los testículos. Con el pasar de los años, se observa un agrandamiento benigno que se manifiesta en forma lenta y progresiva. Puede obstruir a la uretra y producir diversos síntomas, tales como la urgencia miccional (sensación de no poder retener la orina); necesidad de orinar con más frecuencia; retardo en el proceso de orinar; chorro de orina débil; realizar fuerza abdominal extra para aumentar el flujo de orina; o un goteo de orina posterior a cada micción.
A medida que pasa el tiempo, cuando no se instaura un tratamiento, los síntomas progresan. La vejiga intenta vencer la obstrucción y aumenta la presión de vaciamiento. La orina acumulada, que no pudo eliminarse durante la micción, se puede convertir así en un factor que predispone las infecciones urinarias y cálculos vesicales.
Cáncer. Con la cantidad de diagnósticos que se dan por año, el cáncer de próstata se ha convertido en el segundo con mayor mortalidad en hombres. La mayoría crece muy lentamente y persisten durante mucho tiempo, incluso sin causar síntomas.
No obstante existen algunos factores de riesgo que deben tenerse en cuenta, tales como los antecedentes familiares, una dieta rica en grasas, una edad superior a los 50 años y factores ocupacionales como exposición al cadmio y a las radiaciones.
Por eso, es necesario un chequeo prostático anual, el cual consta de varios pasos muy simples, pero de suma importancia en el desarrollo de estos trastornos:
- Realizar una historia clínica junto al médico urólogo. El interrogatorio estará enfocado a la búsqueda de síntomas de obstrucción urinaria.
- Efectuar un examen de PSA: el PSA es una proteína producida por las células prostáticas que se vuelca a la sangre donde se puede medir para el diagnóstico, pronóstico y seguimiento del cáncer de próstata. Es importante destacar que un PSA aumentado no necesariamente significa presencia de células malignas. El examen del PSA no puede diagnosticar el cáncer; sólo una biopsia prostática puede hacerlo. Si el examen de PSA da normal se debe realizar el examen físico. Aunque la mayoría de los cánceres de la próstata cursan con elevaciones del PSA, los tumores más agresivos pueden ser tan distintos de las células prostáticas normales que podría no producir elevaciones del PSA y, por lo tanto, su diagnóstico solo podrá efectuarse por medio del tacto prostático. Infecciones e inflamación también pueden generar un aumento del PSA en sangre.
- Examinar el recto: el tacto rectal es un procedimiento sencillo de alta efectividad en la detección de enfermedades prostáticas. Informa sobre el tamaño, la consistencia, la sensibilidad y presencia de lesiones sospechosas prostáticas.
Según los especialistas, en los últimos tiempos se avanzó mucho en la curación de las enfermedades prostáticas. El objetivo de un diagnóstico temprano es evitar inconvenientes futuros y la mejor manera de prevenir los problemas prostáticos es visitando a su urólogo anualmente.
Laboratorio ByOmed ofrece en Carlos Paz la posibilidad de realizarte el control de PSA. De esta manera el paciente obtendrá un informe de manera rápida y exhaustiva para llevar adelante un tratamiento.
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