El primer día en que la Ciudad de Buenos Aires exigió un test de coronavirus para ingresar a su territorio en caso de visitar como turista, o de haber vuelto después de estar durante más de 72 horas a más de 150 kilómetros, los centros colapsaron y el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta tuvo que implementar de urgencia un sistema de turnos.
Los mismos se obtienen en https://turismo.buenosaires.gob.ar/es/RequisitosTuristas. El test es obligatorio para todos los que deseen ingresar a la Ciudad desde el 8 de diciembre: en la terminal Dellepiane para quienes llegan en colectivo, y en distintos centros para los que lo hacen en vehículos particulares.
Mientras que las opciones de coches se desbordaron, el de Dellepiane estuvo vacío por horas, a la espera de pasajeros en cuentagotas: de las 7 a las 18 apenas llegaron 12 micros, dijo Micaela Reyes, coordinadora administrativa del operativo en esa terminal a Clarín.
Las multas
La impaciencia de la gente que debió esperar horas en plena incertidumbre se centró sobre todo en la amenaza de multas de 500 a 3700 unidades fijas, es decir, entre $ 10.700 y $ 79.180 en caso de no someterse al testeo en las primeras 24 horas de arribados a la Ciudad.
“Desde el Gobierno de la Ciudad no aclararon cómo se implementarán los controles ni si finalmente se cobrarán multas. Tampoco se difundió el número de testeos hechos este martes”, consignó Clarín.
“Estamos desde hace una hora y media. Hicimos todos los pasos: nos bajamos la app CuidAr Verano, llenamos la declaración jurada. Pero siempre falta algo”, comentó a ese diario un automovilista, que esperaba su turno.
Ana López y su madre Mirtha. Ambas vinieron de Bahía Blanca para viajar a Posadas a visitar a un pariente enfermo. Trajeron los resultados negativos de los hisopados que se hicieron en su ciudad, pero igual en Dellepiane les pidieron test de saliva, uno por grupo familiar. “No entendemos por qué a una sola. Tampoco por qué si ya tenemos PCR”, dijeron.
“Les hacemos el testeo a todos, tanto si después salen de la terminal por sus propios medios como si esperan un segundo micro acá”, justificó Reyes, la coordinadora administrativa del operativo.
El protocolo para buses comienza cuando llegan y los conductores entregan al equipo de testeo un código QR con la lista de pasajeros. “Se cruza esa información con la de las declaraciones juradas que están en el sistema y se arranca a dar los turnos en el acto”, dijo Reyes.
Los resultados demoran entre 24 y 48 horas. En caso de que sea positivo, llaman al pasajero, evalúan su estado y rastrean sus contactos estrechos. Si es negativo, mandan el aviso por mensaje de WhatsApp o correo electrónico.