Policías, inspectores de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y Espacio Público de la Ciudad se hicieron presentes este jueves en la avenida Avellaneda y sus alrededores para impedir que los manteros se instalen en esa zona y evitar la venta ilegal.
Según el Gobierno porteño, se habían instalado alrededor de 2.000 manteros sobre las calles Bogotá, Cuenca, Argerich y Aranguren, entre otras.
Una de las postales que preocupó fue en la previa de estas fiestas: miles de personas aglomeradas en los alrededores de la avenida Avellaneda y peleas entre manteros y comerciantes (terminó con tres heridos leves).
Teniendo en cuenta esos antecedentes, el Gobierno porteño realizó un operativo “para recuperar el espacio público colapsado por la venta ilegal ambulante”.
“La prioridad del Gobierno de la Ciudad es cuidar la salud de la gente y en ese sentido las aglomeraciones representan un riesgo que no se puede permitir en este momento de la situación sanitaria”, indicaron desde el Ejecutivo en un comunicado.
Desde esta mañana, se quitaron las cintas adhesivas sobre las veredas con las que los manteros reservan sus espacios. Luego, los efectivos policiales se quedaron en las calles para evitar que se vuelvan a instalar los vendedores.